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El primer actor Rogelio Guerra se siente emocionado de regresar a las filas de Televisa gracias a la invitación del productor Nicandro Díaz para que se integrara al elenco de la telenovela Mañana es para siempre, producción que será protagonizada por Silvia Navarro, Fernando Colunga y Lucero. Esta noticia simboliza un doble regalo para el señor Guerra dentro de su carrera como actor, ya que este 2008 el originario de Aguascalientes celebra 50 años de trayectoria artística al mismo tiempo que festejará su regreso a esa empresa, después de 13 años de ausencia.
Para este melodrama, que será dirigido por Salvador Garcini (Mujer de madera, 2004) Rogelio Guerra tendrá un papel bastante atractivo debido a que será un padre de familia que por azares del destino iniciará una relación pasional con la la villana de la historia: la cantante y actriz Lucero.
Aunque el actor de Los ricos también lloran (1979) no quiso ahondar en la trama, sí reveló algunos pequeños detalles de su personaje.
“Se llama Santiago, es el padre de Silvia Navarro y va a ser un empresario importante de productos lácteos. Voy a tener una relación con Lucero, que será la villana de la historia. En la historia él está casado con alguien más, pero por ciertas circunstancias, se queda sólo con sus hijos.
“Va a ser un papel como el de asaltacunas porque ella (Lucero) es muy joven para Santiago. Ninguno de los dos se busca, pero la relación se empieza a dar solita y eso es el chiste de la comedia. Santiago es un personaje muy estricto con lo que es su empresa, pero familiarmente es un poco débil”, detalló el actor que ha actuado al lado de figuras como Verónica Castro y Angélica Aragón.
Ésta no es la primera vez que Guerra trabaja al lado de Lucero, ya que coincidieron hace 25 años en la telenovela Chispita. Diez años más tarde compartieron créditos en Los parientes pobres (1993).
Rogelio Guerra comenta que el productor Nicandro Díaz le había invitado, previo a Mañana es para siempre, a otros dos proyectos televisivos, sin embargo, por cuestiones de agenda, no pudieron coincidir.
No obstante, sabe que todo tiene su espacio y su lugar, y cree fervientemente