El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
SONRISA TIERNA, BELLA... QUE AL ALMA LLEGA.Entró al salón guiada por sus pasos, mientras él volteaba hacia ella, agarrando su mano, haciéndola sentir segura. Era la primera vez que la llevaba a su casa desde que se conocían. Ambos ilusionados, ella tímida y sonrojada al conocer a sus progenitores... él divertido con su reacción, aunque haciéndole sentir cómoda con la caricia de su roce y su sonrisa tierna que por dentro le calmaba.Y entre agradable charla, es que iba cogiendo confianza, recibiendo el calor de aquel hogar, percibiendo el entorno donde ese hombre que amaba creció desde pequeño, conociendo a quienes les enseñaron la importancia de conservar unos valores y caminar por la vida con respeto.En un momento de atrevimiento es que ella les pedía que les contaran cosas de cuando él pequeño, resultando una conversación linda y emocionante, más cuando ella sentía la complicidad de ese niño hecho hombre que ahora estaba a su lado. Sin olvidar aquel momento cuando la mamá tras levantarse regresó con un álbum de fotografías de su infancia y se lo entregaba a ella para que lo disfrutara mientras le seguía contando.Y aun recuerda aquél lindo instante, cuando al abrir la tapa se encontraba con aquella preciosa fotografía en la primera página, y deslizaba suave sus dedos por la misma, embelesada, recibiéndola para su sorpresa por la señora como regalo, volteando en ese instante su mirada hacia él, quien la observaba con la misma sonrisa tierna y bella de la imagen, llegándole al alma.(01/01/2018 - Atardecer.)
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Querido Fernando.Empezando a conocer el 2018, aún tímida con él... pero queriéndolo y con muchas ganas de disfrutarlo junto a ti.Deseo que nos depare muchos y buenos momentos.Un placer de seguir en contacto contigo...Te quiero. No tardes... pues ya te extraño. Un beso.Pd: Preparé todo con mucha ilusión y cariño para ti. Con ganas de que lo veas y saber si te gustó. La música, la pequeña historia, las palabras... Se que de cualquier manera me harás sentir bien, pongas la expresión que pongas, pues eres así de encantador.Atardecer 01/01/2018. |
EMOCIÓN TRAS LA CÁMARA...Él sabía de lo mucho que eso significaba para ella, de ahí que aquel día le tuviera una sorpresa más reservada. En la tarde, tras disfrutar de un agradable comida juntos, le pedía que lo acompañara pues quería compartir algo importante con ella.Ya el hecho de ir en el coche montada a su lado, sentir el calor de su fornida mano en su muslo y el encuentro casual de su mirada mientras tímidamente lo observaba conducir ya era una agradable sensación para ella, más cuando se percataba del lugar hacia donde iban.Lucía guapo y elegante, sabía de sus horarios de grabaciones y ese día le quedaban unas escenas por grabar. Cuando la tomó de la mano dirigiéndose con ella hacia su lugar de trabajo, la emoción la embriagó. Más cuando le hizo aquella invitación, la de colocarse tras la cámara que le enfocaría a él, junto al técnico correspondiente, pero teniendo ella los mandos si llegaba a controlarlos.Ella estaba emocionada y él lo sabía, pues conocía de la importancia de eso para ella. Y su corazón palpitaba acelerado, mientras sus ojos no dejaban de observarlo. Era un deleite verlo tratar con compañeros de reparto, con técnicos, con el productor y con los respectivos directores. Era un placer verlo hacer lo que ama y de esa manera tan profesional, ella diría el que más.Y cuando él entró en escena, ahí es que ella desconectó por completo de aquel lugar, solo existía él, su Intérprete Predilecto y el disfrute de captarlo al otro lado de la cámara, emocionada de su talento en directo, del que ya conocía pero desde otra perspectiva.Resultaba interesante para ella percatarse desde ese ángulo, del hombre detrás de cámara, del actor en escena, del personaje y de la emoción que su actuación le provocaba. De su capacidad para transformarse y transmitir, tanto que llegaba a erizarle la piel, a medida que le enfocaba.Lo admiraba más a medida que lo observaba con precisión, cada expresión, cada gesto... llegando a sentir el desgarro del personaje, su sufrimiento... tanto que no pudo evitar que unas lágrimas salieran. Y de pronto un sentimiento se apoderó de ella, quería consolar al personaje, calmar su dolor... deseaba felicitar al actor y necesitaba abrazar al hombre, a ese hombre que consiguió realizar su gran sueño, y que no dejó de ser niño alcanzando una sabia madurez.Estaba tan ensimismada que no se había percatado de que habían dicho corten, haciéndole él un lindo giño desde el otro lado pues aún andaba tras la cámara enfocándole, feliz de lo que acababa de sentir.Sonriéndole con esa sonrisa tierna y bella que le caracteriza, es que él se acercaba haciéndole reaccionar tras atraerla hacia si, abrazándola intensamente, haciéndola aún más feliz.Agradecida es que le daba las gracias por el bonito detalle, por permitirle compartir ese placer suyo, su trabajo, realizado con una calidad y exquisitez que ya por si sólo emociona.Y el viaje de vuelta, simplemente fue mágico, entre emociones y sentimientos, miradas de complicidad y la profesionalidad de él que flotaba en el ambiente.(02/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Hoy transcurría el día con la sensación de que el nuevo año ya conoce más de mi que yo de él, pero presiento que nos vamos a llevar bien.Desearía me contaras de tus sensaciones en estos días, de tus ilusiones en los próximos...En mi fondo de pantalla ahora luce esa sonrisa tierna y bella en tu niñez, y que lindo se siente verla. Hoy fue mi cómplice, mirándome divertido, mientras abría unas cositas que me había auto regalado, unos cuantos de libros y algo de música.Espero te gustara, todo lo hice sobre la macha aquí. Elegí una imagen y a partir de ahí me puse a soñarte, plasmándolo, para después contarte. Así también lo hice hoy, deseo sea de tu agrado. Y siento si hay algún fallo.Por supuesto, sigo disfrutándote a través de Eladio...Pd: Sonreí pensándote, cuando intuí que algo no había cuadrado, si el escrito, pero no el segundo marco que no estaba centrado. No me percaté porque desde el navegador que utilizo (explore) se ve bien, todo centrado, pero hoy lo vi desde otro, y el segundo se ve hacia un lado. Pero hoy me he percatado y solucionado.Atardecer 02/01/2018. |
ENTRE SU HERMOSURA Y SU CALMA...Comenzaba a hacer frío fuera, así que decidió pasar el resto de la tarde dentro de la casa. Preparó un chocolate caliente y con la taza humeando entre sus manos, se encaminó hacia una de las estanterías del salón y cogió aquel libro, el mismo que le traía tantos recuerdos, como aquella fotografía que sabía que había en su interior y que a cada instante buscaba, a pesar de que a la vez quería evitarla, pues viéndola le echaba aún más de menos.Pero en esos momentos, junto a la música que sonaba de fondo, era inevitable no viajar hasta aquel día. Le venía a la memoria, cómo mientras preparaba aquella limonada, la risa de él que procedía del jardín la embriagó, haciendo que una agradable sensación recorriera todo su cuerpo, dejando lo que estaba haciendo para ir hasta la puerta y observarlo.Que lindo fue para ella verlo correteando descalzo por el césped jugando con sus bonitos perros, pues así le gusta decirles ella cuando no les llama por su nombre, como mamífero inteligente y leal a su dueño que son. Le encantaba verle con ellos, su complicidad, el trato que les tenía. Recordó con una sonrisa como al percatarse de ella, le hacía un gesto con la mano para que fuera hasta ellos.Ella por aquel entonces aún tímida... es que se acercó algo nerviosa. Pero todo eso desapareció cuando él la hizo sentir tan bien integrándola al grupo, haciendo que la olfatearan, que la conocieran... que cogieran confianza.Y todos comenzaron a tenerla, sobre todo después de que uno de ellos se abalanzara sobre ella tirándola al suelo de espaldas, acariciándola de seguido con sus lamidos. Él al verlo, corriendo es que salió a socorrerla por si se había hecho daño, pero ella comenzó a reír por lo divertido de la situación, haciéndolo a carcajadas cuando el otro al verlo correr se cruzó con su dueño haciendo que tropezara y perdiera el equilibrio aunque evitando caer sobre ella, sin poder parar de reír ninguno de los dos, hasta que sus miradas se voltearon percatándose de lo cerca que estaban el uno del otro.En ese momento cesaron las risas, dando paso al silencio y a todas las emociones que el mismo traía consigo, dibujándose una agradable sonrisa entre ellos. Con el corazón agitado, es que ella se incorporaba, poniendo como escusa tener que terminar la limonada.Al alejarse vio como él se quedaba tumbado, frotándose su rostro con las manos. Ella retomaba lo que estaba haciendo con una agradable sensación en su interior. Mientras terminaba, se había percatado de que él, ese hombre que cada día la cautivaba más, había entrado al interior de la casa, por otra de las puertas sin pasar a la cocina.Apoyada sobre la encimera es que reflexionaba sobre esos instantes vividos en el jardín. Qué le estaba pasando con aquel hombre, se preguntaba. Trató de tranquilizarse bebiendo un poco y preguntándose dónde estaría pues no se escuchaba ningún ruido, decidiendo ir a buscarlo para ofrecerle la bebida, aunque bien sabía ella que no era ese el motivo.No olvida aquel instante cuando su retina pudo captarlo sentado en aquel acogedor sillón que como a él a ella tanto le gustaba, en aquel lugar donde sabía que le agradaba estar y junto a sus bonitos compañeros, con aquella bella sonrisa que le ofrecía y aquella tranquilidad.- ¿Me dejas que plasme este hermoso momento, por favor?.- Si es lo que deseas, claro que si.Fueron las palabras que cruzaron, antes de que el flash de la cámara del teléfono se disparara. Hasta que tras terminar, él le tendía su mano para que se acercara invitándola a sentarse sobre él.- No hay espacio...- Si que lo hay, acércate y verás.Ella se movió unos pasos hacia delante, hasta que él consiguió alcanzar su mano, y ahí ella ya no pudo poner excusas, ni hacer nada más, pues cuando se dio cuenta la tenía sentada sobre su regazo, atrayéndola hasta su pecho.Y allí se encontraba ella, entre su hermosura y su calma, donde sólo sentía el latido de él, su respiración, su aliento cerca del suyo, provocando que su propio corazón palpitara aún mucho más, hasta pensar que explotaría de placer cuando él delicadamente le alzaba con su mano la barbilla, acercaba su boca hasta la suya... y suave rozaba sus labios..., haciendo que se estremeciera todo su cuerpo, llevándola hasta el éxtasis.Y así, entre el aroma a chocolate y aquella canción, es que recordaba aquellos dulces momentos sin dejar de observar con una sonrisa de satisfacción la bella fotografía, la misma que le traía muchos más recuerdos de esa historia, que algún día tal vez plasmaría.(03/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Como echo de menos si no te expreso te quiero y te doy un beso...¿Tu también lo extrañaste?, ¿dime que es cierto?... Ay, si es que con estas historias que te cuento y los marcos que no centro, ayer nada, pero hoy te compensaré...jaja.He disfrutado mucho contándote esta historia, más al ir escribiéndola aquí sobre la marcha, como siempre suelo hacer. Me lleva tiempo pero la satisfacción lo merece. Mientras sea posible así lo haré. Deseo te guste Fernando, lo hago con todo el cariño, con todo mi corazón.Gracias por seguir siendo mi fuente de inspiración. Gracias por seguir haciéndome disfrutar con tu magistral trabajo junto a Eladio.Te quiero, te quiero y cada día más. Un abrazo fuerte con impulso incluido y un beso suave e intenso. Buenas noches. guapo.Pd: Si... que bueno, con eso de que te dije que de cualquier manera me harías sentir bien, me tuve que reír al ver que ayer centré el segundo marco pero no el primero. Ay, si es que como yo desde explore lo veo bien, pues me olvido que además de insertar el marco con el cursor centrado como hago, luego tengo que seleccionar el propio marco y centrarlo. Esto es porque decidí dejar un poco de margen de lado a lado, pues si no la imagen la pondría que cubriera todo el espacio y no pasaría nada. Bueno, yo espero que hoy todo esté centrado, si alguno esta hacia un lado ya sabes porque es...je. Es un lio esto de los distintos navegadores, pues igual me di cuenta días atrás que desde explore veía bien mi tema de En la laguna, igual con el tema de Historias Soñadas, y desde otros navegadores pues cambian en algunos capítulos el color y tamaño de la letra, y pienso depende desde cual de ellos seleccionara el escrito de mis temas para llevarlo al tema de recopilación. Pero bueno, así quedó. Y ya no pierdo más el tiempo hablando de navegadores y demás, ni te quiero aburrir con ello, solo te quise comentar, para que supieras por qué creo que sucede.Atardecer 03/01/2018.![]() |
CAUTIVADA POR SU MIRADA...Aquella mañana iba toda acelerada pues se disponía a cancelar el vuelo que la llevaría en dos días de vuelta a su país, ya que no había podido resolver ciertos trámites sobre el máster que había realizado y ya le pillaba el fin de semana, por lo que hasta el lunes siguiente no podría solucionar nada respecto a ello.Hacía un sol espléndido, aunque ella no tenía ojos para percatarse de nada más que no fuera su teléfono móvil y sus teclas. Había conseguido hablar con la compañía de viaje, aunque no había sido una conversación fácil, pues la chica que la atendió se lo estaba complicando bastante para así fuera. De hecho al colgar se dio cuenta que andaba haciendo bastantes gestos y hablando más alto de la cuenta. Así que trató de calmarse, para hacer la siguiente llamada, la cual no iba ser tampoco sencilla, pues la esperaban para la semana siguiente en su casa y no iba a poder estar.Tecleando de nuevo el móvil se acercó a uno de los bancos que le caía más cerca, apenas vio a alguien sentado en la otra punta, como cabizbajo y con las manos cubriendo su rostro. Sin más, ella pronunció un hola que pasaba casi desapercibido, más si cabe por no molestar, y siguió con su llamada.Sin darse cuenta otra vez hablaba más alto de la cuenta, pues ya andaba agobiada de no poder hacer nada para cambiar aquella situación, mientras trataba de hacer entender por teléfono a su mamá que no podría estar para el evento que iba a realizarse la semana siguiente.- Lo siento mucho, pero dicho trámite me va a demorar casi una semana más y no podré estar para el próximo martes. Se que os apetecía que estuviera allí, pero no va a poder ser... Si, a mí también me hubiera gustado estar, pero ya os arreglareis sin mi... Ay, si lo que no se es que hago aquí.. ¿Qué por qué digo eso?. Si, porque no tendría que haber venido. Porque tampoco se si me va a servir de mucho... Porque, no se, igual no es lo que quiero hacer... Nada, no te preocupes, no me hagas caso. Ando un poco acelerada, y ya lo que me apetece es irme al hotel a descansar, pues ya por hoy no puedo hacer nada más... Un beso, no te preocupes todo irá bien. Ya nos vemos y recuperamos ese momento, ¿si?. Te quiero.Y así es como terminaba aquella conversación, apagando el móvil sin dejar de observarlo y sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, sin poder evitar que se deslizaran.De repente un movimiento a su lado la hacía reaccionar, se giró y quedó cautivada por su mirada.No recuerda bien cuánto tiempo, pero si que fue intenso, el que permanecieron ambas miradas sujetas la una por la otra, en silencio... pero a la vez expresándose tantas cosas.Ya no estaba segura, pero debía de ser la misma persona a la que apenas saludó. La misma que habría estado escuchando toda la conversación, sus gestos acelerados y ahora también viendo sus lágrimas.No podía dejar de mirarlo, se sentía embriagada, por la belleza de sus ojos, la manera en que la miraba, la profundidad y osadía, con que lo hacía. No podía parar de seguir observando sus rasgos, sus delicados párpados, sus bonitas cejas y ese espacio que las separaba dando paso a su sensual nariz. Sus ojos volvían a atraer, haciendo que se percatara a la vez de esos mechones que caían sobre su frente. Esa patilla que lucía bien recortada, y que seguro su roce resultaba agradable para la piel que lo recibiera, como debía serlo el acariciar suave con los labios el lóbulo de su oreja, y toda ella... así como olfatear los pliegues de su cuello hasta provocar lamerlos.Y ahí quedarse impregnada por ellos, hasta deslizarse por su mejilla y de nuevo ser cautivada por su mirada, fija y atrevida, haciendo bajar la suya hacia su boca queriendo acariciarla suave con sus labios y provocando con su mirada que llegara a desear besarla con su lengua.Ruborizada por sus pensamientos es que ella hacía un movimiento de cabeza hacia su móvil tratando de disimular. Fue su voz, la que la hizo de nuevo reaccionar.- Si que hoy puedes hacer algo más...- ¿Qué...?.- Ayudarme...- ¿Cómo dice?. No le entiendo...- Este fin de semana y el siguiente tengo varias sesiones de teatro que me quedan para finalizar, y hace un momento me han comunicado por teléfono que mi compañera por motivos justificados no va a poder estar. Y bueno, pienso que podría arriesgarme y por qué no, podría salir bien y así ya no somos dos los que tenemos que cancelar.- Haber... ¿has escuchado mi conversación?.- Tu conversabas en alto... Dime que aceptas, ¿si?. Te invito a comer y hablamos... ven.Aún se sorprendía la forma en que siendo la primera vez que lo veía llegó a convencerla, con su mirada y la seguridad de la misma. La cautivó... haciendo que demorara dos semanas más su viaje, pero resultó ser una experiencia inolvidable. Lo que aprendió, lo que él llegó a enseñarle con su profesionalidad, haciendo que conociera de ella misma algo que desconocía. Su publico eran niños y ella hacía de mimo. Lo cual no quería decir que fuera de menor importancia ni resultara fácil, pero si que si había algún fallo, que lo habría por el escaso tiempo en prepararlo, sería más sencillo disimularlo.Lo habían pasado genial juntos, y no solo eso... había sucedido algo más, pues fueron muchas horas juntos, muchas risas, roces, gestos, lindos detalles... y muchas miradas profundas e intensas como aquella primera.Todo eso iba pensando, mientras caminaba hacia aquel lugar donde habían quedado en verse, tras recibir la llamada de él, pues no había asistido el día anterior a la pequeña fiesta que habían realizado como finalización de aquella infantil obra de teatro.Y ahora se sentaba en ese banco, con él al otro lado, como aquella vez cabizbajo, girándose al sentir la presencia de ella. Y ahí de nuevo volvió a quedar cautivada por su mirada... la cual esta vez le suplicaba que no se marchara.- Piénsalo por favor, tal vez tu aún no lo sepas... pero vales para ello.- No puedo quedarme aquí, no va resultar... es como si esto no fuera real, es como un sueño.- "El viaje más largo empieza con el primer paso, ese es el más difícil de dar, por eso hay que darlo sin pensar, con los ojos cerrados..."Y ella al escucharle expresar esas palabras, es que no pudo evitar mirarlo como aquella vez, manteniendo ambos sus miradas, profundas... hasta que ella se dejó llevar por su corazón y por su intuición, aceptando su invitación, la que él le hacía al mirarla, acercándose a él... y cerrando sus ojos es que recorría su rostro como lo hiciera aquel día en su imaginación pero esta vez llevándolo a la acción, guiada por su increíble y bello Director.(04/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Cómo hacemos, ¿te hablo o te cuento historias?, pues contándote me introduzco en la misma de tal manera, que luego no se ni como reaccionar...ja.Disculpa, pero hoy dije, una cortita, pues tengo que comentarle de Eladio con el que me ha hecho disfrutar de lo lindo, pero ni tan corta, ¿cierto?, más que eso, lo intenso...Aún tengo que decirte más de la foto de ayer, si pues me encanta como te ves... me gusta la ropa que llevas, tu aspecto, tu pose... y lo que me transmites con tu calma, con ese trato que aprecio tienes con tus preciosos perros, bonita raza. Fotografía que desde que la vi me encantó, de hecho la tengo en papel fotográfico como otras tantas. Y con la que hace un tiempo vengo imaginado, si... de ahí que comentara que me trae más recuerdos de esa historia...Y de la mirada de hoy que te puedo decir más de lo que ya te conté en la historia, pues si podría decirte mucho más, pero me lo reservo...ja.Te quiero mi guapo, te quiero. Gracias Fernando por tanto, por todo.Espero enero esté iniciando muy bien. Cuídate. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 04/01/2018.![]() |
MI QUERIDA ATARDECER...FERLIZ NOCHE DE REYES...QUE TE DEJEN MUCHOS REGALITOS,JAJAA...
TE DEJO UN REGALITO Y UN ABRAZOTE RELLENO DE MIMITOS,GRACIAS Y BESOTES...
EL PLACER DE SENTIRLO, DE CONTARLE...Comenzaba a resultar una noche fría para ella, porque lo era... ya que las temperaturas habían bajado, acompañada de una lluvia que comenzaba azotar fuerte contra las ventanas, y también porque él no estaría. Llevaba unos días de viaje por cuestiones de trabajo y hasta el próximo domingo no regresaría. A ambos les hubiera gustado pasar esa noche juntos previa al día de Reyes, como tenían previsto, pero no podía ser.Así que resignada es que se tumbaba en el sofá junto al fuego, iniciando la lectura de un nuevo libro, hasta que el sueño le pudiera e irse a dormir, aunque no sería fácil pues lo extrañaba muchísimo, más tras las palabras que le había expresado por teléfono hacía unos minutos deseándose buenas noches.No podía concentrarse en la lectura, miraba hacia el fuego y a través de las llamas es que le venía a su pensamiento, agradeciendo el haberle conocido, el tenerle en su vida, de sentirlo cerca suyo... aunque ahora se encontrara lejos en la distancia.Lo quería, admiraba y respetaba, por ser una gran persona, por lo profesional y respetuoso, por el interesante hombre que era en todos los sentidos. Cuánto lo extrañaba y cómo le hubiera gustado entregarle esa caja envuelta con un sencillo papel de regalo y un lindo lazo de color azul, con la ilusión de darle una grata sorpresa, con aquel detalle que había realizado a mano exclusivamente para él, pensándole con cada color y pincelada que daba. Algo realizado con mucho mimo y cariño... aceptando que otro día se lo entregaría.Y con ese pensamiento optimista, es que retomaba la lectura. Leía, a la vez que sonreía mientras algún lindo recuerdo de él se le pasaba por la mente, percatándose de que la lluvia caía cada vez con más fuerza, extrañándolo mucho más, deseando que estuviera allí junto a ella en ese momento. Así que cerró el libro, lo dejó sobre la mesa y se acomodó en el sofá cerrando los ojos y quedarse escuchando el sonido de la lluvia y crujir del fuego.Su rostro sonreía al pensarlo, pero a la vez algo sentía, como un suave roce en su mejilla, sonriendo aún más pues pensaba estar soñando comenzando a quedarse dormida. Pero el roce seguía... sorprendida al abrir sus ojos, de donde venía. No podía creer que él estuviera allí. Con el ruido de la lluvia y su mente concentrada en él no había escuchado abrir la puerta, además de que él lo había hecho sigilosamente a propósito, para darle la sorpresa allá donde se encontrara.Tras abrazarse intensamente y acompañar el momento con un intenso beso, es que él le entregaba una nota junto a una hermosa rosa: "Soy todo tuyo esta noche y mañana también. Pd: sin limite ni caducidad".- Gracias, qué bonito...- No más que tu.Ella se aferró a su cuello, le beso y le expresó su sentir, siendo correspondida. Después miró hacia la mesa, cogió la sorpresa que le tenía a él y se la entregó tímidamente.- Es algo muy sencillo, pero realizado con todo mi amor...Mirándola intensamente es que lo cogía emocionado, desenvolviendo el paquete con la ilusión de un niño, con la sorpresa al abrirlo, por la importancia pará él del regalo.- Gracias, me ha encantado...- Además puedes pedirme lo que quieras, aunque no te lo haya anotado...- Jaja... Te quiero, mi niña. Claro que te pido algo, que me cuentes una de tus lindas historias que creas en exclusiva para mí y me hace sentir tan orgulloso.Ambos se abrazaron, permaneciendo tumbados, él sobre su regazo sonriente, ella igual de feliz, por el placer de sentirlo, de contarle...- Había una vez un niño, con una sonrisa bella y transparente, bohemio y soñador, que fue creciendo feliz consiguiendo sus sueños. No todo fue fácil para él, pero su carácter, su constancia e ilusión por conseguir lo que amaba fue superior a los obstáculos que se le presentaban. Y tuvo mucho éxito, consiguiendo llegar a la cima. Era tan profesional, que su talento cruzó fronteras... llegándole a ver una mujer, que también fue niña una vez y cómo a él le gustaba soñar. Por ello en cuanto apreció el gran ser humano y actor que era, no dudó en cruzar el Océano para ir a verle y disfrutar de su trabajo en directo, viajando hasta Los Ángeles, Miami o México... y entre miradas y escenarios se conocieron... y ahora disfrutaban juntos, sin dejar de jugar y soñar, por siempre.El siguió sonriente, mientras ella le acariciaba el cabello, permaneciendo ambos en silencio junto al sonido de la lluvia. Pasado unos minutos ambos se miraron, entrelazaron sus manos, deslizaron sus cuerpos haciendo que fueran solo uno.(05/01/2018 - Atardecer)
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Mi Intérprete Predilecto.Te agradezco por tu extraordinario trabajo, haciéndome disfrutar una y otra vez con tus personajes como si fueran la primera vez de verlos. Una gozada con Eladio, sus cambios de carácter, su diversidad de expresiones y gestos.Gracias Fernando por todo, gracias por lo que me haces sentir, como actor, como hombre.Hoy recordaba aquel primer viaje que hacía hasta Los Ángeles para verte y disfrutarte junto a tu trabajo. No me lo pensé... cerré mis ojos, seguí a mi corazón y mi intuición, lanzándome a la aventura junto a ti. No lo había hecho antes por nadie, así que siéntete afortunado...je. Sabes porque te lo digo, eres muy importante para mí, como persona y como el actor profesional que eres. Después fueron más viajes... y con todos ellos mi agradecimiento por tanto.Y no dejo de soñar...Te quiero, llevándote muy adentro. Linda noche de Reyes. Te seguiré pensando... Espero te haya gustado, guapo.Un beso y un abrazo intenso.Atardecer 05/01/2018. |
ACTOR INIGUALABLE...El día había amanecido con un sol resplandeciente, a diferencia del anterior, en cambio aunque la lluvia había calmado, el frío seguía estando ahí, si cabe aún más helado. Pero era algo que ellos aun no habían notado, pues permanecían entrelazados percibiendo el calor de sus cuerpos.Esa mañana ambos seguían disfrutando de sus respectivos regalos. Ella con la presencia de su rosa y la de él, haciendo uso de su invitación para tenerle sin límites ni fecha de caducidad. Así como también él disfrutaba de aquel detalle recibido y supo cogerle la palabra, pidiéndole lo que quería, entre ello permanecer casi todo el día acurrucados. Apenas se habían levantado, sólo para picar algo en el desayuno que él había preparado y al mediodía, un poco de pizza sin necesitar de nada más pues el postre ya lo preparaban juntos degustándolo hasta excitarse de placer.Tras permanecer un rato abrazados primero en silencio, después entre palabras y arrumacos, es que decidían darse una ducha y salir a pasear aprovechando los últimos rayos que ofrecía el espléndido sol de ese día.A ella sólo le faltaba unos minutos para terminar y mientras él la esperaba observando por los amplios ventanales del salón el bonito atardecer que fuera se desplegaba, es que se fijó al girar, que sobre la mesa aún permanecía el libro que ella había estado leyendo y junto al mismo la redacción impresa de varios artículos que tenia preparado para el próximo lunes incluir alguno en el diario para el que trabajaba.Se percató de la foto que se entreveía en uno de ellos, y reconociéndose en la misma, sonrió. Cogió el folio de papel y comenzó a leer curioso pues ese no se lo había aún enseñado, como solía hacer antes de publicarlo:-------Fernando Colunga, actor inigualable...No siempre se tiene el privilegio de entrevistar a un actor de la categoría del Sr. Colunga, y he de decir que fue un verdadero placer el poder hacerlo durante su trabajo como Eladio Gómez Luna en Pasión y Poder. Agradecida, por atendernos en ese escaso tiempo que tenía entre grabaciones y fue grato además que me recibiera en uno de los escenarios, de los espacios donde desplegó su gran talento con escenas excelentes, en sus sesiones con el terapeuta como en tantas otras.Impresionante su capacidad actoral y lingüística para representar a un personaje como Eladio y expresar su opinión sobre el mismo. Un grandioso papel por el que le agradezco como espectadora y seguidora de su trabajo. Admirando su disciplina, constancia y entrega, así como su caballerosidad.Y todo ello pude percibirlo mientras le entrevistaba. Un deleite para los sentidos, el estilo con el que el actor trata desde el inicio a su personaje, desde que lo conoce en esa primera vista en el guion, hasta que despliega toda su sutileza y propia elegancia en adaptar al personaje respecto a esa visión que tienen de él. Sabe como engalanar al mismo dándole a su vez un toque propio con algún gesto u objeto.Actor de una trayectoria impecable, con unas cualidades y una profesionalidad extraordinarias, único y singular en su estilo, inigualable.Pero no podemos olvidarnos de ese ser humano que hay detrás de cada personaje. Si es grande su talento, como se puede apreciar en cada uno de sus proyectos, realizado con una enorme calidad y exquisitez, es de apreciar mucho más su humildad y sencillez como persona, así como el saber mantener su privacidad con aquello que no tiene que ver con su trabajo.En verdad, es un gusto poder tenerle en frente, escucharle hablar de su trabajo y de su personaje, con ese poder que tiene como actor y esa pasión que como hombre provoca con cada uno de sus rasgos.Sin olvidar su magia, su esencia... que marca la diferencia.Mis respetos, Fernando Colunga.-------Emocionado y sonriente permanecía tras leerlo... recordando aquella linda entrevista, siendo a partir de ahí cuando comenzaron a verse más seguido y conocerse más. Percibiendo la presencia de ella que acababa de llegar, se giró para encontrarse con su pícara mirada.- Si no te conociera en tu trabajo, dudaría de tu objetividad al escribirlo... jaja.- Por supuesto que he sido objetiva. Además me he basado en aquel día, aún no nos conocíamos tanto...- ¿Y qué hay cuando hablas sobre mis rasgos..., eh? jajaja.- ¿Sabes qué... ?- Qué..., ¿este articulo no pensabas enseñármelo... ?.- Pero si desde que llegaste no me has dejado tiempo para nada... relacionado con mis escritos, digo...jaja.- Es uno de los regalos que me hiciste, recuerda..., pedirte lo que quisiera y es cierto, me has tenido tan entretenido que no me has dado opción de pensar en tus artículos...jaja. Mejor vámonos a pasear antes de que te pida más de lo que tan bien me sabes dar...Y tras compartir miradas de complicidad y besarse apasionados es que salían, resultando agradable el trayecto, riendo y conversando, agarrados de la mano mientras disfrutaban de los bonitos rayos anaranjados de la tarde, a ratos correteando por el puente que cruzaba el río, o brincando hasta subirse a él a cuestas quien la sujetaba divertido y regresando de vuelta abrazados, protegiéndose del frío que iba dejando la preciosa puesta de sol, a pesar de sus ropas de abrigo... pero agradable ese tacto que la brisa les iba dejando en sus rostros, los cuales seguían sonrientes de felicidad.(06/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Espero estés disfrutando de un bonito día con gratas sorpresas.Ha ha vuelto a ser un placer..., contarte. Te quiero.Bella imagen. Eladio y tu lucís bien guapos y elegantes.Un abrazo y un beso. Te deseo..., buenas noches.Atardecer 06/01/2018.![]() |
ENSIMISMADA CON ÉL...Ella lo había sentido llegar tras cerrarse la puerta principal de golpe y escuchar sus pasos seguros al caminar, pero cuando fue hasta el salón no lo encontró allí. Así que algo inquieta por la forma en que había entrado, lo buscó silenciosa por toda la estancia hasta llegar a su despacho, cuya puerta se encontraba entreabierta. Alargó su brazo para empujarla y entrar, pero cuando sus ojos vieron aquella imagen se detuvo.Y allí permaneció ensimismada con él, con aquel hombre tan fuerte y sensible a la vez, al que tanto quería pero que no sabía si podría ayudar en aquellos duros momentos por los que atravesaba, simplemente porque no se dejaba.Le dolía verle así, con aquel dolor. Observar sus ojos rojos por el llanto y la impotencia, por esa desolación, absorto en sus pensamientos y en su propio sufrimiento.No quería entrar e interrumpir ese momento con su sentir, pero a la vez deseaba abrazarle, hacerle saber que ella estaba allí, que no estaba sólo. Que aunque aquella noticia le doliera, era algo que tendría que asimilar y saber perdonar a quien le dio la vida. Que su orgullo no podía cegarle ni impedir que saliera lo bueno de su corazón, pues era un hombre noble, sólo que asustado por no saber como sobrellevar aquella situación.Decidió entrar sigilosamente. Se acercó y sin decir nada, se sentó frente a él. Podía sentir su respiración y casi su desgarro interior. Lo observaba, y sentía que algo se le partía por dentro. Amaba aquel hombre fuerte y pasional, que ahora permanecía como niño desvalido, cuya delicadeza podía percibir en sus ojos, en su boca... en la forma en que se apoyaba sobre sus propios brazos.Y así permaneció ensimismada con él, compartiendo aquel espacio, aquel silencio... aquel dolor.Hasta que él, sin llegar a moverse, por un instante fijó su mirada en ella... sólo un segundo, pero con tal intensidad que hizo que las lágrimas contenidas se deslizaran, no pudiendo aguantar más para ir hasta él.Con toda su dulzura posó sus manos en sus hombros, acariciando los mismos, posando su cabeza sobre la de él, cerrando sus ojos mientras respiraba su aroma natural, haciéndola sentir segura aún estando así... mientras él sentía a la vez su comprensión, su protección... como se lo hizo ver al acercar su mano hasta la de ella haciendo que se inclinara más hasta él, juntando ambos su mejillas... atrayéndola más hacia él hasta unir sus bocas y permanecer abrazados.Fue el sonido de la lluvia y la hora que marcaba el reloj, lo que impidió que siguiera ensimismada con él..., con su talento magistral plasmado en una bella imagen.(07/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Mañana comienza de nuevo la jornada y aquí sigo ensimismada contigo.Con Eladio también disfrutando mucho, con esas escenas en las le hace saber a Julia que le va a dar el divorcio, esa firma previa al mismo. Magníficas expresiones, con qué naturalidad y que creíble tu manera de actuar Fernando.Por cierto, en uno de los capítulos en los que está Eladio hablando de ello en la terapia me percaté por un momento de algo que no había visto antes, porque esta vez dejé un pelín de mirarte...jaja. No, solo que me gusta observar y me llamó la atención algo que brillaba cerca del botón de la camisa de Eladio, era tu cadena que por un momento se trasparentaba mínimamente por el tejido de la tela, pero por la posición de ese momento al movimiento de tus gestos, que hacia que ambas se juntaran. Me gustó darme cuenta de ello, porque me gusta como te queda y porque es algo que no se percibe.También volví a observar tus manos a la hora de escribir, algo que me encanta, justo cuando Eladio firmaba esos documentos. Me gusta la forma en que escribes la inicial de mi nombre, esa E que haces, por lo que fue inevitable no pensarte escribiéndolo...jaja.Te quiero, te extraño. Un abrazo intenso. Cuídate, ¿si?.Atardecer 07/01/2018.![]() |
ENTRE MIRADAS...Necesitaba consultar unos libros, así que decidió ir hasta la biblioteca. Sólo le quedaba un trimestre para terminar interpretación y estaba algo preocupada pues las prácticas le quitarían bastante tiempo, así que aprovechaba al máximo sus horas de descanso para consultar cualquier dato y estudiar.Se había sentado en una de las zonas más alejadas para evitar cualquier distracción. Andaba tan concentrada, que no se había percatado que justo en frente al otro extremo de la mesa alguien había ocupado asiento; eso o él había sido demasiado sigiloso, pues ella reconocía haberse distraído varias veces haciendo dibujos en un papel o enredando con el bolígrafo pensativa, así como algún gesto más que seguro habría hecho sin recordarlo en ese momento, justo cuando alzaba la vista hacía su parte derecha y se encontraba con su mirada.Al verlo ya no supo como reaccionar, pues tenía la sensación de que llevaba allí bastante tiempo sin saberlo, habiéndose percatado de todo lo que ella hubiera hecho por como la miraba. Y seguía sin apartar la mirada de él, pues era para no hacerlo. La dulzura con que la miraba con aquellos bonitos ojos cuya belleza se entreveía a través de sus lentes y aquella boca, que invitaba a ser saboreada. Nunca antes lo había visto por allí, debía de se algún alumno nuevo tal vez... Como fuera sintió que debía marcharse de allí pues ya no iba a rendir, además de que su próxima clase comenzaba.Algo nerviosa, pues seguía sintiendo la mirada de él, es que recogía sus cosas sin percatarse de que algo olvidaba, dejando el papel donde había estado haciendo anotaciones. Lo único que no olvidó fue girar cuando ya se alejaba, dándose cuenta de que él también se había volteado y no dejaba de mirarla.Aquella expresión, aquel bello rostro le estuvo rondando todo el día, toda la noche... haciendo que al día siguiente sintiera la necesidad de volver a la biblioteca para volver a encontrarse con él.No sabía como definir con palabras como se sentía yendo hasta allá aprovechando la media hora de descanso, tal vez ridícula... pensaba, cuando sentada en la misma mesa que el día anterior no dejaba de mirar para todos los lados, tratando de disimular, hojeando sus libros y apuntes deseando verlo llegar.Pero no, definitivamente no era esa la palabra para definirse, lo sabía cuando ya pensando marcharse se percató de él consultando en una de las estanterías. El vuelco que le dio su corazón, no era para sentirse ridícula sino consciente del poder de atracción de aquel hombre, de ese algo mágico que poseía.Recogía sus cosas cuando alguien se acercó dejando un papel sobre la mesa.- Ayer se lo dejó olvidado, pensé que igual lo necesitaba...- Gracias...Es lo único que ella pudo decir, alzando tímida la mirada al escuchar aquella atrapante voz y encontrarse de frente con él. Y cogiendo sus cosas junto a su papel con anotaciones y dibujos varios se marchó, no sin volver a girar a lo lejos percatándose de que él también seguía mirándola volteado.Aquella tarde en su casa cuando ordenaba sus cosas, cogía el papel revisando antes de tirarlo, si tenia alguna anotación que hubiera hecho que no recordara y fuera importante, percatándose de que junto a sus pequeños dibujos había uno más muy peculiar que la hizo sonreír y unas palabras en uno de los extremos del papel, con distinta letra a la suya, leyendo: "te invito a que mañana nos veamos en el lago".Su latido se aceleró, pero tratando de calmarse, rasgó el papel decidiendo no ir a ningún lado con aquel desconocido que había venido a alterarla justo ahora que mas necesitaba concentrarse para terminar su último año de interpretación.Al día siguiente no fue a tal cita, si es que acaso la había, tratando de ese tiempo distraerse charlando con otras compañeras, pues a la biblioteca tampoco iba a ir. Pero pudo percatarse de que él si había estado, pues lo vio caminar de regreso por la zona hacia donde estaba el lago.No sabía por qué, pero se sentía enfadada con ella misma, como si lo hubiera decepcionado. Pero tampoco tenía por qué, en ningún momento él le dijo de palabra nada de aquello, era una anotación más que tampoco tenía por qué ser de él, diciendo esto último más bien para justificarse porque sentía que no había hecho lo que sintió que debía hacer, lo que su corazón le pedía... ir hasta aquel lago.Al día siguiente le faltó tiempo para ir a la biblioteca, más que nada para si le veía pedirle disculpas y decirle que pensó que no debía aceptar tan atrevida invitación sin más. Su corazón dio un vuelco como ya venía siendo costumbre cuando lo vio entrar. Pero esa vez la miró y de seguido dejó unos libros y se marchó.Cuando ella quiso levantarse ya era tarde. No había rastro de él, tampoco los tres días siguientes en que siguió yendo a la biblioteca. Ese fin de semana se propuso olvidarse de todo ello, comenzaba sus clases prácticas y necesitaba concentrarse, aunque aquella añoranza seguía allí. Probablemente no lo volvería a ver, como tampoco antes lo había visto por allí. Debía de tratarse de las muchas personas que temporalmente pasaban por aquel lugar, solo que él había sabido dejar huella.Había pasado una semana y ya más concentrada es que continuaba con sus clases y sus ratos en la biblioteca, ahora centrada en sus libros y sin percatarse si alguien la miraba... Ese lunes comenzaba con sus clases prácticas. Sentada y entusiasmada hablando con sus compañeros es que esperaba la llegada del profesor que impartiría las prácticas de teatro, cuando aquella voz la hizo estremecerse por dentro.Aguantó la mirada de él como pudo, mientras se presentaba de aquella manera tan profesional y respetuosa antes los alumnos. Todo lo que sintió al verlo allí se agolpaba en forma de latidos y respiración entrecortada, además de aquel mariposeo constante. Hasta que a medida que él impartía su clase ella se calmaba.Así hizo él que fuera con la clase magistral que estaba ofreciendo así como con las miradas disimuladas que le llegó a enviar, pues bien sabía él lo que la estaba haciendo sentir.Y en aquella primera clase de muchas otras que le seguirían, es que ella pudo ver lo que aquel hombre, ahora también profesor suyo, le había querido hacer llegar respecto a esa profesión a la que quería aspirar.Fue tal la lección, tanto del profesor como del hombre, que al terminar la clase ella esperó que todos salieran, y acercándose a la mesa de él, es que le dejaba un papel en el que podía verse un dibujo y unas palabras... "te invito a que mañana nos veamos en el lago".Justo cuando iba a salir por la puerta, ella se giró y pudo ver como él la seguía mirando como aquella vez...(08/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Deseo haya resultado ser un bonito y agradable día. Por aquí completo... Y bueno, espero la que te cuento hoy, te guste. Gracias por permitirme hacerlo. Ya sin mucho tiempo más... Buenas noches.Te quiero. Te pienso. Un beso.Atardecer 08/01/2018.![]() |
ABSORTA CON SU ESTILO Y DISTINCIÓN...Como cada noche había disfrutado de su actuación, de esa manera suya tan particular de interpretar, de su carácter propio. Una vez más, se hacía tarde, el tiempo volaba junto a él y su trabajo... debiendo marchar, pero como cada noche se resistía a hacerlo.Y así es como volvía a deleitarse con cada expresión, con cada gesto suyo, reproduciendo de nuevo esos momentos que le transmitían su calidad actoral en estado puro, observando cada escena con detenimiento.Ahí es que recordaba aquellos instantes de placer, cuando se grababa aquella escena en que su personaje firmaba el divorcio con la mujer que amaba. El poder apreciar desde el otro lado de la cámara minuciosamente su talento plasmado en su rostro, en sus gesticulaciones, transmitiendo su sentir con cada movimiento, desplegando arte en cada fase en la que va evolucionando el guion y sucede la emoción.Absorta con su estilo y distinción a la hora de interpretar, de mimar el tiempo correspondiente a cada gesto y a cada silencio al plasmar las emociones que crea y emite para el personaje a través del mismo.Absorta con su estilo y distinción propios impregnados en cada interpretación, en cada movimiento, con su exquisito aspecto y su elegancia que emana del interior, desplegando su dedicación para cuidar cada detalle.Algo que puede apreciarse y que se agradece en el actor, ese carácter propio, estilo y distinción al actuar, al comportarse, sabiendo crear una acción, una emoción que atrapa y hacer que un gesto, un simple movimiento se convierta en un placer de ver.De ahí que volviera a recordar aquella escena, aquella imagen de un apuesto y elegante actor y personaje, realizando una impecable actuación a través del mismo, sabiendo recrear y convertir la simple acción de firmar, en una emoción con tanto estilo y distinción.Y sobre todo saber apreciar cada detalle...De ahí que fuera un gustazo estar al otro lado de la cámara pudiendo plasmar todo ello, deleitándose mientras grababa y veía actuar a su Intérprete Predilecto y sobre todo, comentar ambos la escena después... abrazados.(09/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Cuánto me haces sentir en escena... y fuera de ella.Me gusta esa imagen, por la magnifica actuación en escena y porque plasma mucho de ese estilo y distinción tuyos, en tu actuar y en tu ser. Carácter propio y elegancia interior que sabes llevar por fuera con sencillez, clase y buen gusto.Te quiero y te extraño. Un abrazo intenso. Cuídate. Buenas noches.Atardecer 09/01/2018.![]() |
EL ALIVIO DE SU PRESENCIA...En aquel instante de pánico toda la ilusión que había puesto en aquel viaje, se desvanecía en su cabeza, arrepintiéndose de aquella aventura que días antes iniciara. No sabía como había aparecido aquel desagradable animal que tanto temía, en el todoterreno que conducía. Lo único que sabía es que tenía que salir de allí cuanto antes. Frenando en seco, se deshacía del cinturón de seguridad, abría la puerta y con el vehículo aún en marcha serpenteando es que salía y caía rodando varias vueltas por el suelo.Sintió un tremendo golpe en la pierna contra la que apoyó todo el cuerpo, escuchando como el todoterreno se paraba un par de metros más adelante chocando con unas chumberas que había justo al otro lado de donde se encontraba ella.Trató de levantarse, cuando vio como el insoportable reptil se deslizaba por el asiento del coche hacia fuera del mismo, para continuar haciéndolo por el terreno seco del camino en dirección hacia donde ella estaba, o esa era su impresión, pues justo en ese momento es que se incorporaba como pudo, retrocediendo y gritando de pavor.Fue entonces cuando escuchó el galope de un caballo, haciéndola reaccionar, sacándola de su estado de pánico, para percatarse cuando giró hacia donde venía el sonido, de la presencia de aquel apuesto jinete transmitiéndole verdadero alivio, con el poderío que desprendía en su cabalgar.El mismo que se había percatado de lo que había sucedido desde que viera aquel todoterreno frenar de golpe, dejando un sonido ensordecedor y viendo como alguien salía rodando, haciendo que el trote que traía se convirtiera en galope, preocupado por lo que allá pudiera estar sucediendo.Cuando llegó a la altura de ella, la observó pudiendo apreciar su dulce mirada entre asustada y algo aliviada, esto último de verlo a él, que la dejó tan cautivada, que se olvidó por instantes de la serpiente que seguía su camino, la cual no había pasado desapercibida para él, que bajando rápido del caballo es que la cogía al vuelo, asfixiándola con su propia mano a la altura de la cabeza, corriendo cierto riesgo pero asegurándose de que la dejaba sin vida, para tranquilidad de aquella mujer que con las manos en el rostro lo estaba pasando mal, tanto que de pronto rompió a llorar.Tras deshacerse del reptil es que trató de consolarla, aunque no sabía bien cómo hacer para no resultar imprudente, sobre todo porque acababa de coger a aquel bicho que tanto pavor a ella le daba. Sin pensarlo, la atrajo hacia si, cogiéndola por los brazos, cubriéndola con los suyos, con su cuerpo, a la vez que le trataba de transmitir calma con algunas palabras. Y para su sorpresa, ella se aferraba a él con todas sus fuerzas, pensando en lo que le había podido pasar inclusive a la hora de saltar del coche. Tratando de que se olvidara de todo aquello es que él bromeaba:- Si sigues apretándome así, vas a acabar conmigo como cual serpiente asfixiada...ja,ja.- Perdón por mi atrevimiento, disculpe pero no sabe el alivio que ha sido para mí.- No se preocupe, bromeaba. La verdad, me hace sentir bien el que me agarre así.Tras decirle eso bien cerca suyo y con esa mirada que la embriagaba por completo, es que ella se apartó apurada y le contaba de su viaje por aquella zona, todoterreno alquilado incluido y lo que había sucedido, además de que intuía que justo cuando un rato antes hacía una parada para despejar las piernas, es que bajaba del todoterreno un escaso momento, dejando la puerta entreabierta, siendo ese su error que en ese tiempo, aunque raro, pudo haberse colado el reptil, sin querer pensar que ya estuviera allí de antes rondándole. Y que al percatarse del mismo, raptando cerca suyo, es que entró en pánico, frenando y saliendo del vehículo como lo hizo.Tras observar la cara divertida de él al contarle, es que estuvo a punto de saltarle una fresca, pero se contuvo pues en ese instante pudo apreciar mucho más lo interesante que le estaba resultando aquel hombre fuerte y atractivo, con una delicadeza que ya comenzaba a dejar huella en ella.Tras haber revisado que todo estaba bien, que ningún animalito más habitaba en el vehículo y que éste funcionaba, es que le indicaba a ella que ya podía volver a usarlo si quería. Pero al percibir su mirada, pudo darse cuenta, que no era la mejor opción, ni la que ella más necesitaba ni quería en esos momentos, así que de inmediato se ofreció para llevarla a donde deseara.- Para serte sincera, ahora mismo deseo que me lleves a donde tu quieras.- No sabes a lo que te arriesgas diciéndome eso... jaja.- Todo es probar... igual el riesgo lo corras tu.Ambos mantuvieron sus miradas de manera intensa, por unos largos segundos, haciéndose cómplices la una de la otra. Y sin pensarlo más, es que él cerraba el coche, haciéndole saber a ella que mandaría a varios de sus empleados a que lo recogieran. Y amablemente, le ayudaba a subir a su caballo, colocándose él justo detrás, emprendiendo ahora un viaje incierto para ella, pero que deseaba con total seguridad.En ese instante, en que sintió sus brazos rodearle su cintura al coger las riendas, y sentir su calor corporal tan cercano, siendo consciente ahora de su aroma y su tacto, como no lo había sido anteriormente debido a su estado de pánico, es que ella recobraba con mayor intensidad la ilusión de aquel viaje, alegrándose de haber iniciado aquella aventura... que ahora realmente comenzaba.(10/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Cuánto disfruto contándote aquí a medida que surge y voy imaginando, soñándote e introduciéndome en cada pequeña historia, sintiéndote ahí.Y cómo me deleitas a través del magnifico trabajo que hiciste con Eladio. A medida que vuelvo a disfrutar de tu interpretación, más me gusta.Con deseo de que vaya todo bien, resultando ser un lindo día.Te quiero, Fernando. Y te echo de menos, necesitándote.Cuídate, ¿si?. Buenas noches.Atardecer 10/01/2018.![]() |
ADMIRANDO SU TALENTO...Lo extrañaba y lo necesitaba... no era un capricho, simplemente una realidad. Era importante en su vida y cuando estaba tiempo lejos, lo echaba de menos. Y ahí es cuando más se refugiaba en su talento.Cerró las persianas, mirando antes de hacerlo como el anochecer ya había absorbido los últimos destellos de la tarde, dejando un lindo paisaje. Caminó hacia ese espacio que tanto le gustaba compartir con él, tratando de relajarse al pensarlo, recostarse y recordar los momentos junto a él. Vería algunos capítulos sobre su trabajo, hasta irse a dormir.Tras el deleite, seguía ahí, sin poder dejar de pensar en él. Cuánto lo extrañaba, cuando se ausentaba días hallándose de viaje, pues las noches resultaban frías. De ahí que continuara admirando su talento, esa vez, manteniendo en sus manos una bella imagen realizada en un interesante instante durante una grabación.La observaba y más lo extrañaba, percibiendo esa emoción que existía al conocer de su gran trabajo y la calidad del mismo, de sentirlo a su lado aún estando en esos momentos distanciados.Con dicha imagen frente suya, cogió un cuaderno de notas que tenía cerca y un bolígrafo, y se puso a expresar sus sentimientos, a juguetear con las serias palabras que sentía al admirar su talento.Talento personal y profesional, para ser, para interpretar... y para llevar a cabo sus sueños con aptitud e inteligencia. Admiraba al actor y al hombre, amaba a los dos. Apreciaba a sus personajes.Se recreaba con la belleza de la imagen, deslizando sus dedos por ella, por ese impresionante rostro interpretativo. Curtido, experto... empapado de rodajes y grabaciones, de preparación y aprendizaje, de veteranía y experiencia.Y mirando la expresión de sus ojos, es que dejaba de observar al actor, para fijarse en ellos con precisión, quedado envuelta en su profunda mirada, introduciéndose en ellos y observando ahora al dueño de los mismos. Ese hombre al que quería y esperaba verlo regresar pronto.Acercando la imagen hasta sus labios es que la mantuvo ahí unos segundos, simplemente sintiendo el roce hasta desviarla hasta su pecho y así, pensando en él, es que se que cerraba sus ojos, quedándose dormida al cabo del tiempo.No lo escuchó llegar, ni llegó a ver como la observaba sonriente allí tumbada con su fotografía entre su pecho y sus manos, tampoco cómo leía las palabras escritas. Pero si notó su respiración tras sentir sus labios sobre los suyos, haciendo que resultara un agradable despertar, resultando una grata sorpresa como le gustaba dar, pues en principio llegaría en dos días. Pero allí estaba, junto a ella, a quien hizo sus ojos brillar de la emoción. Tras besarla con la suavidad e intensidad que le caracterizaba, le expresó lo que en ese momento deseaba.- Me apetece darme una ducha templada y que se vaya tornando caliente a tu lado...No necesitando de más palabras ninguno de los dos.(11/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Mi deseo de que estés disfrutando de cada instante, haciendo lo que te hayas propuesto.Y mi agradecimiento y mi cariño eternos. Te quiero. Un beso.Atardecer 11/01/2018.![]() |
LE DESCONCENTRA Y LE CENTRA A LA VEZ...La tarde se había puesto aún más fría que el día, pero aunque era viernes y tenia que salir a realizar algunas compras, optó por ponerse ropa cómoda, prepararse algo caliente y quedarse en el acogedor salón ambientado por el fuego y los anaranjados rayos de sol que entraban por los amplios ventanales, organizando una documentación que tenía que preparar para unos informes que debía emitir la semana siguiente.Y buscando entre los archivadores que se había traído de la buhardilla, es que se encontraba un proyecto que le traía muy lindos recuerdos, no pudiendo evitar que se le estremeciera todo el cuerpo como sucedió aquella vez.Era un día de primavera en el que tenía aquel examen decisivo para terminar Ingeniería. Todo había ido bien con aquella materia, hasta que a mitad de curso llegara el profesor nuevo que vino a sustituir al anterior, quien por motivos personales tuvo que ausentarse sin poder finalizar el curso con sus alumnos.Las clases habían mejorado, pues quien impartía las clases era mucho mejor. Un hombre inteligente, comprensible y flexible a la hora de enseñar, un maestro en la materia con quien se aprendía de una manera interesante. El problema con ella, es que desde que lo vio la primera vez, su concentración en esa clase no era la que debiera. Y por más que trataba de mentalizarse, de calmarse, hasta de enfadarse consigo misma a veces, era inevitable no sentir lo que sentía cada vez que entraba por la puerta, hasta que marchaba... sin contar cuando se lo encontraba por los pasillos de la facultad.Ella disfrutaba de sus clases porque eran un deleite verlo explicar, no ya por su atractivo físico que era evidente, sino por la forma magistral de explicar sus conocimientos, de enseñarlos con la sencillez y la práctica que lo hacía. Su amplia experiencia y su sabia inteligencia estaban bien presente, consiguiendo con ello que el tiempo que pasaba recibiendo clases de él fuera una exquisitez.Además de todo ello, era guapo y simpático, disciplinado y comprometido con su trabajo, facilitando siempre el dialogo con los alumnos dándose a respetar.Todo bien a excepción de que a ratos perdía su concentración embobada mirando al profesor, sus gestos, expresiones, comportamiento y su interesante manera de ser y enseñar, que obvio era muy bueno, pero no cuando su mente le hacía desconectar por completo costándole reaccionar en ocasiones cuando en algún momento él le había pillado distraída haciéndole alguna pregunta a propósito.Algo que sabía hacer de manera delicada, más cuando no tardó en darse cuenta cual era el motivo de la distracción de ella, la misma que no tardó ser la de él. Desde sus miradas hasta su acercamiento a la hora de hablar. Pero su profesionalidad hacía que todo fuera normal, consiguiendo que la concentración de ambos fuera la máxima posible.De ahí que aquel día, en aquel examen oral, cuando le tocaba el turno de exponer la parte escrita que había hecho bien, su profesó reaccionara de aquella manera cuando ella pedía disculpas diciendo sin más que necesitaba marchar, pues se había quedado paralizada delante de él, mientras le preguntaba, a pesar de lo cómodo que él se lo estaba haciendo pasar, pero en aquellos momentos no se trataba de la falta de concentración de ella, sino de sus sentimientos y del temor de dejar de verlo.Ahora recordaba aquel momento, junto a la proyección de aquel edificio, cuando ella en mitad de las preguntas que él le hacía y ante su mirada, se iba rápido diciéndole que no podía continuar. Justo cuando estaba a punto de salir por la puerta, es que le decía con una fuerte voz que ella desconocía en él:- No vas a dar ni un paso más, ¿me oyes?. Sabes que puedes hacerlo, así que vuelve y continua respondiéndome, por favor.Y recordando aquel momento, volvía a estremecerse como lo hiciera aquel día, en el que con los ojos humedecidos volvió hasta él y con seguridad respondió a todas las preguntas y expuso su trabajo con éxito. Y no solo se estremeció, sino que su corazón se aceleró, cuando ensimismada en su recuerdo, se percató de su mirada desde la puerta del salón como la miraba sonriente, yendo hasta ella, abrazándola y acompañándola en aquel recuerdo que pertenecía a los dos.(12/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Lindo lo que me haces sentir. Ya voy sin tiempo para decirte más, me entretuviste demasiado Maestro.Te quiero. Un beso.Atardecer 12/01/2018. |
SU ESPALDA... Y LO QUE LE HACE SENTIR.Lo había estado llamando varias veces al teléfono pero no había obtenido respuesta. Necesitaba disculparse con él, no había querido hacerle sentir mal, pero su comportamiento hizo que ella reaccionara como lo hizo el día anterior en su despacho. Se había presentado ese proyecto en el que durante tiempo habían trabajado ambos y que él magníficamente había creado y dirigido. Una miniserie que ella había redactado con todo el cariño para él. Hacía varios años desde que comenzara a trabajar a su lado llevándole todo el tema relacionado con la documentación respecto a su trabajo así como organizar su agenda. Uno de los días en que él estaba en su despacho, de los que no tenía que viajar o estar pendientes de grabaciones en las que actuar o dirigir, le enseñó lo que había estado escribiendo. Le gustaba conocer su punto de vista de todo en general, por lo que también le apetecía compartirle aquello, que además había estado inspirado en él. Pero tiempo después la sorprendió cuando le propuso trabajar sobre ello. Así que durante unos meses compartieron mucho más tiempo del que solían hacerlo, ya que quedaban para concretar algunas cosas, además de que él quería que ella estuviera presente en todo momento durante las grabaciones, cuyos personajes protagonizarían actores que comenzaban a iniciarse en la actuación tras sus estudios de interpretación. Un proyecto en el que él como productor también le había dado la oportunidad a quienes comenzaban y deseaban llevar a cabo sus sueños.Por mucho más que eso es que admiraba y respetaba a aquel hombre. Por mucho más, es que sentía por él, lo que sentía... Por ello es que se tenía que disculpar y tras no contestar al teléfono, es que decidió ir a la recepción que ese sábado se daba en el salón de actos del propio edificio donde se encontraba las oficinas, como celebración al éxito de la presentación el día anterior, a la que por supuesto estaba invitada pero que tras lo sucedido a última hora en el despacho de él, había pensado no ir.Al llegar y no verlo, algo que le extrañó, preguntó por él. Al parecer si había estado a primera hora, pero hacía un rato que se había marchado de allí. Salió de allí y se dirigió a su despacho por si se encontraba por casualidad, pero no estaba. Se empezó a preocupar porque no sabía cuánto de molesto estaría y no quería quedarse con aquella sensación. Pero no tenía caso quedarse más y justo cuando se marchaba es que se percató de que su chaqueta estaba sobre el sillón que había justo en la pared que daba a la zona del baño. Así que decidió esperar un momento por si se encontraba allí, pero pasado unos minutos se dirigió hasta el mismo, al ver la puerta entreabierta le llamó y al no obtener respuesta entró. Se dio cuenta que la puerta del mueble bajo el lavabo estaba abierta, recordando que él solía tener alguna ropa de deporte preparada para cuando necesitaba desconectar, ya que en la planta baja se encontraba un pequeño gimnasio que incluía ducha.Ya no sabía si hacía bien o mal, pero tenía que ir a buscarlo allí esperando encontrarlo. Cuando bajaba por el ascensor su pulso comenzó a alterarse al presentir que podría estar allí y si estaba, más siendo en sábado fuera del horario de oficina, seguro no era para quemar toxinas.Cuando llegó a bajo caminó por el pasillo que daba hasta la puerta que indicaba gimnasio. La abrió y sigilosamente entró en la pequeña sala que albergaba distintos tipos de aparatos especializados. Cuando levantó su mirada, su corazón se aceleró cuando lo encontró al fondo, sobre uno de los aparatos.Algo nerviosa se caminó hasta él, quedándose paralizada justo delante de su fornida y bonita espalda. Se quedó unos minutos en silencio, hasta que pudo pronunciar un hola. Increíble como la hacia sentirse. Su pulso volvió a acelerarse, cuando él sin dejar de ejercitarse, apenas giró su cabeza sin llegar a mirarla. O eso es lo que ella creía, pues tan absorta en la parte trasera de él estaba, que no se percataba de la zona de espejo que había abajo en la pared, desde donde él la estaba viendo perfectamente, no siéndole indiferente su presencia.Y ahí permanecían solos, en silencio... interrumpidos simplemente por la respiración agitada de ambos. Ella tragó saliva tratando de decirle algo más, pero no podía. No dejaba de observar su espalda, deleitándose con ella, con deseo de tocarla, de abrazarla... Necesitaba deslizar sus manos por su tersa y suave piel, sentir sus músculos, esos que la provocaban con cada movimiento que él hacía. Acariciar sus fuertes brazos, esos que a la vez bien sabía que podía usar con tanta delicadeza.Le provocaba subirse a esa máquina y aferrarse a él con todas sus ganas. Besar su nuca, sentir su respiración, su cuerpo enérgico. Todo ello pasaba por su cabeza pensando en que él no se daba cuenta, pero no era así, pues él estaba percatándose de como lo miraba, de como su respiración se hacía notar en la expresión de su cara.Ella en cambio no estaba siendo consciente de lo que él estaba sintiendo al verla allí, observándolo como lo hacía, pues sabía disimularlo no quedándose parado, pues de hacerlo ya se hubiera girado, desprendiéndola de aquella blusa y pantalón que llevaba unidos en una sola pieza, en negro, de amplio escote y que intuía lo era mucho más por la parte de atrás, donde su pelo castaño y largo andaría suelto cubriéndolo.No esperarla verla allí, menos al no haber estado en la recepción... algo que no le gustó, no por la actitud de ella en si, que podía entender en cierto modo, tras lo sucedido, sino porque deseaba haberla visto allí pues necesitaba sentirla cerca. Por eso es que estaba sobre aquella máquina tratando de sacar todo lo que le quemaba y desgarraba por dentro... Pero ahora ella se encontraba ahí, y le alegraba, pero temiendo como podría reaccionar, pues no sabía si se iba a poder controlar. De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por su voz...- ¿Es que piensas darme todo el tiempo la espalda?.- Por lo que veo no te desagrada... ¿no?.- Mira sabes qué, pensé en buscarte pues necesitaba disculparme contigo, pero pensándolo mejor, me marcho pues ya veo que te soy indiferente.- Ayer te demostré que no es así y mira como reaccionaste. Me hablaste de que no era prudente, marchándote sin más, no sin antes insinuar que te arrepentías de haber realizado el proyecto, que es lo que más me dolió.- Lo siento. Por eso estoy aquí, para pedirte disculpas, pues no era mi intención hacerte sentir mal, ni insinuar eso que no sentía, pues no me arrepiento. Lo dije en un impulso.- Pero de lo que sientes si te arrepientes, ¿no?. Por eso me apartaste de ti como lo hiciste, cuando te besé después de haberme correspondido, porque lo hiciste...- No era el lugar ni el momento, además es una imprudencia, pues eso no va a ningún lado, y...En ese momento es que él ya no pudo aguantar más, y volteando en un movimiento rápido se bajó, acercándose a ella.- ¿Y qué...?. ¿Eh... qué?. Deja de impedirlo, permítete sentirlo. Ya no quiero reprimirlo más. Yo al menos no... Ambos lo sabemos, los dos lo sentimos.- Perdón... discúlpame, no merecías que reaccionara así, pero al igual que me gustó, tu actuar me asustó... Cuando me besaste yo...- No hay nada que perdonar, solo que no impidas que me acerque a ti y te demuestre lo que siento, ni me prohíbas más conocer lo que sientes por mi.Y atrayéndola hasta su cuerpo, es que se besaban intensamente, demostrándose sus sentimientos, con deseo, con amor.(13/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Ahí quiero permanecer, entre tus brazos. Te quiero. Un beso.PD: Si, hoy me hiciste demorar mucho más...Atardecer 13/01/2018.![]() |
ATRAÍDA POR SU VITALIDAD Y GALLARDÍA...Tras abrazarse se miraron durante unos segundos largos, sonrientes. Él al percatarse, se apartó mínimamente, disculpándose por haberla atrapado entre su sudor, que no era mucho, aunque bien sabía que a ella no le importaba en absoluto, al contrario, pues fue consciente de como se aferraba a él inspirando su aroma natural resultándole agradable, pues bien sabía que era un hombre aseado.Le pidió que le esperara mientras se daba una ducha rápida y después marcharían. Había sustituido su pantalón y zapatillas deportivas, por el pantalón de su traje y la camisa, que ahora llevaba sin corbata y algo desabrochada. Subieron hasta el despacho, sin poder evitar bromear en el trayecto mirándose cómplices en el ascensor donde no les hubiera importado quedar atrapados.Salieron del edificio dispuestos a disfrutar del resto del día juntos. Es lo único que les interesaba, no importándole el dónde. Él le preguntó que prefería, ella solo le pidió que le sorprendiera como el sabía, que se dejaría llevar sin más.Montaron en coche de él, emprendiendo un viaje que se presentaba muy lindo. Salieron de la ciudad por una zona que ella desconocía, pero cuyo paisaje a medida que avanzaban más bello le resultaba. Y durante una hora de camino aproximadamente, es que disfrutaron de aquel precioso trayecto, donde se impuso el silencio, acompañado de profundas miradas entres ambos, mientras sus dedos se buscaban en momentos, entrelazándose, sintiéndose intensamente el uno al otro, intercambiando algunas palabras en medio de alguna charla, evitando más bien, quedar embriagados por aquello que estaba sintiendo tan lindo y nuevo para ellos, compartiendo sensaciones y emociones.Cogiendo un desvió, a medio kilómetro de la carretera se adentraron por un camino de piedra cubierto de vegetación, divisándose al final del mismo, la fachada de un precioso hotel que ya por fuera pintaba acogedor. Emocionada es que cogía la mano de él que le invitaba a salir del coche, sonriente.- Espero que te guste el lugar que he escogido para expresarnos si limites lo que sentimos, para disfrutarnos sabiéndonos y para conocernos más, sin impedimento alguno.La cara de ella lo decía todo, no tuvo que articular palabra para que el conociera su respuesta. Cogidos de la mano es que se introducían en la estancia de aquel bonito lugar.El tiempo que compartieron entre las paredes de aquella habitación era indescriptible para ellos. Ambos embriagados por sus risas, sus emociones, las miradas, las charlas y palabras, los sentimientos... el deseo, la pasión y el amor entre los dos. Todo ello envuelto por las caricias y la unión de sus cuerpos, a un compás pausado donde cada poro era consciente del sentir de ambos a cada instante y por momentos a un ritmo frenético a donde les llevaba la intensidad de su corazón en conexión con su sexo.Había sido un placer dormir abrazados tras lo vivido desde la tarde anterior, así como despertar en la madrugada con sus cuerpos entrelazados y deseoso el uno del otro. Y volver a quedarse dormidos despertando en la mañana con la agradable sensación de abrazarse y seguir compartiendo un montón de experiencia juntos.Por eso es que, tras haber disfrutado de una deliciosa ducha juntos, no podía dejar de observarlo y admirarlo, mientras contestaba una de las llamadas perdidas que tenía y que no podía postergar más, a la vez que ella continuaba mirándolo, sentada frente a él, en uno de los sillones sin dejar de masajear sus piernas con crema corporal, siendo consciente de lo interesante y atractivo que era, físicamente e interiormente, así como lo bello que le transmitía y le hacía sentir.Tras terminar la conversación, es que dejaba el teléfono a un lado y se dirigía a ella con una mirada tal que se quedó paralizada. Desnudó no solo su toalla sino la pasión que le embriagaba y cogiéndola en brazos es que caminó hasta la cama, donde le dijo, tras dejarla suavemente sobre la misma, que aún no marcharían pues se vengaría por las miradas con las que le había provocado, mientras él sin poder hacer nada, ella se aprovechaba mirándole sin piedad.No podía negar ni evitar, sentirse atraída por su vitalidad y gallardía...(14/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Deseo esté resultando un agradable día.Continué disfrutando de tu magnifico trabajo con Eladio, llegando a su final, hasta otro momento en que vuelva a introducirme con él y contigo en ese papel. Fue un placer, como lo será adentrarme con otro de tus interesantes personajes. Eso si, quiero irme con todos ellos, a ver como hago para elegir el próximo...jaja.Y bueno, también disfruto contándote..., agradeciéndote por permitirme, y esperando esté resultando de tu agrado. Por cierto, disculparme, pues a veces voy tan rápido, además de que voy escribiendo a según te cuento, por alguna coma de menos en alguna línea, alguna palabra que repito muy seguida o alguna letrita que se salta, y que luego al leer algo más tranquila, me percato y me fastidia, sobre todo en estos últimos días que hasta iba sin tiempo, pues me hiciste demorar de más. Si, ayer de hecho, varias veces observaba la imagen mientras escribía, no me pude resistir. También la puse de fondo de pantalla... ay. Pero tengo que volver a poner tu bella sonrisa que me encanta, bueno también tu espalda...ja. Así que entre los nervios y la rapidez, pues lo siento por algún que otro error que pueda haber y trataré de evitar contándote más despacio o menos largo para que me de tiempo luego a revisar. Es que me pongo a soñar y pierdo la noción...jaja.Te quiero mi guapo, te quiero. Un abrazo intenso. Cuídate. Buenas noches.Atardecer 14/01/2018.![]() |
EL DISFRUTAR CADA INSTANTE A SU LADO...Permanecía parada en la orilla frente al horizonte, observando el mar y el bonito paisaje de fondo, ensimismada en sus pensamientos, apreciando el sonido del mar y las emociones que acababa de sentir en ese tiempo que llevaba allí.Por su mente desfilaban esos momentos impregnados en su retina y por su corazón el sentimiento que les hacía sentir el recordar esos instantes a su lado. El verlo interpretar de manera magistral un personaje tan interesante, el ver desplegar su talento, su profesionalidad. El ver su elegancia al trabajar. Apreciar su dedicación, su precisión en cada detalle.Lo suficientemente apartada para no molestar, había estado disfrutando de esas grabaciones, en las que ese gran actor al que admiraba y respetaba, había llevado a cabo la actuación del capitulo final. La emoción que le transmitía con su arte , con su calidad actoral y su delicadeza ante las cámaras, pudiendo percibir esa pasión por su trabajo, agradeciéndole a medida que lo observaba, por toda su entrega.Tras ver que finalizaba la grabación, cuidadosamente se retiró un poco caminando por la orilla hasta detenerse y volver la vista atrás pues se resistía a dejar de verlo. Quería impregnarse de esos momentos en los que salía de su personaje y compartía con el resto de compañeros. Concretando o comentando sobre las escenas. No quería perderse esos instantes de verlo entusiasmado con el trabajo realizado.Emocionada seguía admirándolo a lo lejos, con el sonido del mar deleitando más aún el momento. Lo veía charlar con el resto del elenco, percatándose de su comportamiento, de su saber estar, sintiendo que lo quería, siendo tan interesante en todos los aspectos, tan lindo por momentos, como en aquel instante en que esperaba bastante apartado mientras se tomaba una fotografía su compañera de reparto.Con una sonrisa en su rostro, tras observarlo detenidamente una vez más allá a lo lejos, es que se fue retirando mientras caminaba pensativa, saboreando las emociones vividas, los bonitos instantes que él le había hecho sentir en la distancia, a su lado... y de lo que no él no se habría percatado.Detenida en la orilla frente al horizonte, es que apreciaba aquello que sentía. Ensimismada en sus pensamientos, en sus emociones... es que aquella bonita y firme voz, la estremecía.- ¿Me permite acompañarla...?.Con el corazón acelerado es que ella se giraba, viéndolo allí frente suyo, tan guapo, tan lindo, tan sugerente y agradable.Era como tener al personaje de frente, pero no... era él, el actor, el hombre... su hombre. Los pies de ambos se impulsaron caminando rápido el uno hacia el otro. Ambos se acercaron y tras una emotiva e intensa mirada se abrazaron con todas sus fuerzas.Para ambos resultó ser una sorpresa, pues ella pensaba que no se había percatado de su presencia, ya que no quiso hacerle saber que viajaría para verle actuar pues no quería molestarle, simplemente disfrutarle hacer lo que le apasiona. Y para él, el haberla visto a lo lejos desde el inicio observándole interpretar, valorando que hubiera viajado hasta allá para verle actuar y también por saberla ahí a su lado.Abrazados y emocionados, es que se alejaron caminando por la orilla, para seguir compartiendo y disfrutando de muchos más instantes juntos.(15/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Extrañándote..., hoy junto a esa imagen de Eladio.Me gusta contarte historias, pero a veces echo de menos hablarte... Es que me quedo sin horas para hacer ambas cosas...jaja. Aún no se con cual personaje continuar, hoy ahí estuve anhelando al Sr. Gómez Luna.Dirigirme a ti, sea a través de charla o relatos, siempre resulta para mí grato, siendo un verdadero placer.Deseo haya resultado un lindo día para ti y tu familia.Te quiero, llevándote muy dentro de mí. Buenas noches. Un beso.Atardecer 15/01/2018. |
CAUTIVADA POR SU CARISMA Y SU MIRADA...Ahijada de la doncella, que desde años trabajaba para los señores de la casa, había sido contratada por los mismos, para llevar a cabo algunas tareas concretas en apoyo a su madrina a quien le tenían cariño y a pesar de su edad no querían dejar de disfrutar de su compañía y buen servicio prestado.Hacía casi un mes que había sido contratada, permaneciendo interna en la mansión, trabajo que había aceptado para poder continuar económicamente con los estudios superiores que se había propuesto conseguir, a pesar de no ser lo usual en su situación ni en la época, aprovechando las horas que le habían permitido en la mañana para asistir a algunas clases, materia que preparaba en la noche cuando ya terminaba de ayudar a su madrina con la cena, que era quien se encargaba de servirla en el salón, y antes de que le rindiera el sueño una vez se retiraba a su habitación.Desde que llevaba allí, a penas se había cruzado con el hijo de los dueños que al parecer pasaba algunas temporadas con su familia, viéndolo a lo lejos alguna que otra vez, pero sin percatarse mucho de él, pues procuraba pasar desapercibida, dedicándose a su trabajo y a concentrarse en sus estudios, nada más.Hasta que aquella tarde, la mujer le decía que fuera hasta el jardín, y le ofreciera algo de tomar a los señores que estaban practicando esgrima, teniéndose que dirigir al hijo de la señora además, para indicarle que no se olvidara que en la noche recibían visita, siendo del agrado de su madre que estuviera listo para entonces.Salió resuelta de la casa, tratando de realizar lo mejor posible su encargo, viendo a los lejos la silueta de ambos hombres, uno de ellos el único descendiente de lo señores y el otro, un amigo de la familia. Los rayos de sol la deslumbraban, por lo que iba con la cabeza algo inclinada hacia abajo, hasta que, comenzó a subir por el pequeño puente que cruzaba el riachuelo, y alzó la vista encontrándose con su mirada, quedando totalmente cautivada por su carisma.Su cuerpo comenzó a reaccionar de tal forma, que no pudo evitar sonrojarse por lo que estaba sintiendo por dentro. Una aceleración y un cosquilleo, que le provocaba una calor interior que no sabía como apaciguar. Por como la observaba, pareciera que le quisiera hacer sentir todo eso a propósito, o tal vez ya la había mirado en otra ocasión sin ella saberlo, pues en ese tiempo que estaba transcurriendo en silencio, ya se habría dado cuenta de como le influía su presencia, que hasta ese momento no había visto tan de cerca, percatándose además de lo guapo y atractivo que era.- Hola...Le hubiera gustado contestar rápido, pero fue incapaz, pues no le dejaba de mirar, sobre todo de esa manera en que lo hacía. Carraspeó tratando de que le saliera algo de voz, pero él continuó tras ver la dificultad de ella para hacerlo, lo cual hizo que ella se sintiera aún peor...- Dígame, ¿en qué puedo ayudarla?.- A calmar mi ser...Rápido es que se dio cuenta de lo que acababa de decir como de forma inconsciente, tratando de continuar para disimular, pidiendo que no le hubiera oído. Pero él fue más veloz... sin dejar de mirarla con aquella sonrisa, es que se acercaba hasta ella susurrándole.- Con gusto lo haría...- Discúlpeme señor, vengo a ofrecerles algo de beber. También indicarle que no olvide que esta noche reciben visita y esperan esté listo para la hora.- Con un par de vasos de agua fresca puede bastar. Respecto a la visita... Está bien, eso es todo. Gracias.Y sin decir ni una palabra más, es que se retiraba, pensando en el cambio de cara que el caballero puso al recordarle lo de la visita, como si no le agradara mucho la misma.Algo más tranquila, es que regresaba en pocos minutos con una jarra de agua con hielo y rodajas de limón, junto a dos vasos, que colocaba sobre la mesa de mimbre situada unos metros más allá a juego con unos amplios sillones, donde se habían acomodados los dos hombres. El le volvió a ofrecer su carisma a través de su mirada, respondiendo esta vez ella con más calma, con un tímido "si se les ofrece algo más..."- No, muchas gracias por su amabilidad.Y con el sonido de su voz y aquello que en minutos le había hecho sentir es que se retiraba hacia la casa. Ese cosquilleo le continuó todo el tiempo, hasta que en la noche, le tocó servir la cena, pues su madrina no se encontraba muy bien. Ahí surgieron algunas cosas que le invadió la inquietud. El verlo de nuevo, sentirlo tan cerca en esos momentos, percibir sus miradas, hacía que eso siguiera sintiéndolo, pero lo sucedido al servir el postre, recibiendo un desaire por parte de la joven invitada, hizo que un nerviosismo se apoderara de ella. No había sido su culpa, sino la de la mujer, que justo cuando iba a hacer su trabajo, hizo ademán de levantarse, volcándose todo el plato sobre la mesa. La forma en que reaccionó no fue correcta, siendo desagradable con ella, aunque ahí estuvo él para solucionarlo haciendo que no se sintiera mal, pues bien sabía que no había sido su culpa, si no de la tal visita, y que sin saber por qué, empezaba a intrigarle que le sería ésta a él.Los días siguientes continuaron sin sobresaltos, concentrándose en su trabajo y en sus estudios, procurando no coincidir por los pasillos ni en ningún otro lugar con él, siendo posible a veces, aunque no siempre, pues él no perdía oportunidad cuando estaba en la casa de encontrarse con ella, siempre ofreciéndole su atenta y sonriente mirada. Últimamente hasta le sacaba algo de charla y le hacía reír con alguna de sus bromas, pues tenía un gran sentido del humor, pero siempre ella trataba de mantener la distancia, pues ya sabía bien lo que aquel hombre le provocaba y le hacía sentir cada vez que se acercaba.Y él también lo sabía bien, lo que le hacía sentir a ella y lo que él sentía desde el primer día que la vio llegar. Por eso aquella noche, tras haber recibido de nuevo la familia aquella visita, es que no pudo evitar ir a buscarla.Esta vez no había sido al servir la cena, sino en la tarde, cuando les llevaba a ellos dos unos cafés a la sala de estar. A pesar de que él la había defendido, no podía evitar sentir esa desazón, no por el comportamiento de aquella mujer, que le traía sin cuidado su educación, sino por lo que pudiera sentir él hacia ella, aunque a decir verdad eso tampoco le debería de importar, pero no era así. Y él ya hacía tiempo que se había dado cuenta de ello, doliéndole el desagradable comportamiento que ella en varias ocasiones había estado recibiendo.De ahí que esa noche, cuando él llamó a la puerta de su habitación, tras haberse retirado todos a dormir y marchado la visita, es que ella no quería abrirle. El insistió en que tenía que hablarle, pero ella se disculpó diciendo sentirse mareada. Le repitió que no se iría hasta hablar con ella y saber como se encontraba. Cediendo, es que, con el latido de su corazón precipitado, se dirigió a abrirle.En la penumbra del pasillo, con solo la tenue luz que salía por la apertura de la puerta entreabierta, es que sus miradas quedaban entrelazadas y sus respiraciones agitadas. Se observaban mientras sus cuerpos se aceleraban por dentro, deseosos el uno del otro. Sin darle opción a decir nada, es que entraba, cerrando su puerta tras él y agarrando su mano para que no se marchara. Ella se resistía, pidiéndole que se fuera. Él trataba de hacerle entender que necesitaban hablar, ella que no había nada que tuvieran que decirse.Dándole finalmente él la razón, es que la cogía por su cintura y girando sobre sí, la dejaba entre él y la pared. Acercándose más y posando su frente sobre la de ella, es que hacía que fuera consciente de lo que ambos sentían. Sus respiraciones agitadas, sus voces entrecortadas y el pulso acelerado, daban fe de ello.- Tienes razón, aquí hay poco que decir... pues se trata simplemente de sentir.Tras susurrarle eso, es que no pudo evitar llevar sus labios hasta los suyos.- Esto no está bien, ¿y ella...?.- Sshhh...- Déjame ir, por favor...- Ella no es nada para mi..., sólo una conocida de la familia, a la que le gustaría ser algo más, es verdad, pero sólo eso.Y acariciando sus labios, la besó suave, haciendo que ella se entregara a dicho beso, haciéndolo de una manera sincera e intensa. Apartándose, es que él volvía una vez más a cautivarla con su carisma, con su mirada. Abrazándola, le deseaba buenas noches antes de marchar, aunque sin querer hacerlo, pero era lo más prudente en ese momento, diciéndole que a partir de ese instante, hablarían y sentirían todo lo que hiciera falta, para seguir demostrándose todo ese amor que sabían que se tenían el uno por el otro.(16/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Pensándote, con muchas ganas de verte. No tardes, por favor.Te necesito, no sabes cuánto.Aún así, siii... aquí sigo esperándote paciente.Cuídate, o si no me obligarás a ir a hacerlo por ti...je.Te quiero, mi guapo. Un abrazo.Atardecer 16/01/2018.![]() |
ENTRE SUS MANOS, LA FE Y LA ESPERANZA...Estaba resultando ser un invierno frío, más aún al encontrarse lejos de él. Llevaba un tiempo fuera por motivos de trabajo y lo extrañaba cada día más. Así era cuando se ausentaba, mientras organizaba sus proyectos y hasta que la situación pudiera cambiar, ya que no siempre ella en sus viajes le podía acompañar, aunque siempre estuviera dispuesta para ello.Tras haber estado disfrutando de su interpretación, con algunos capítulos de su exquisito y exitoso trabajo, salía fuera dispuesta a caminar un rato. Mientras se colocaba el abrigo, sintió una fresca pero agradable brisa, como la que sintió aquel día que se le venía en ese instante a la memoria. Eso hizo que entrara de nuevo a la casa, cogiera ese pañuelo que tan lindos recuerdos le traía y sonriera mientras en su cuello se lo ponía.Se dirigió por el camino, deleitándose con sus pensamientos y con los templados rayos de sol que acariciaban su rostro. Le gustaba respirar el agradable aroma a él que aún desprendía el pañuelo y sentir el aire fresco mientras se adentraba entre la arboleda rumbo al cobertizo.No pudo evitar ir hasta allí, a pesar de que la tarde ya caía y en nada oscurecería. Comenzó a sentir que su cuerpo se estremecía cuando abría la enorme puerta de aquel lugar, el cual aguantaba estoico el paso del tiempo. Los rayos de luz que se filtraban por una, ahora, casi derruida ventana, les recordaba aún más aquel día cuando ellos dos en ese mismo sitio se declaraban su amor.Se acercó hasta aquel grabado, pensando en él, mientras recordaba como entre risas ambos tallaban en ese espacio de madera sus iniciales unidas para siempre en un emotivo corazón.Emocionada, deslizaba sus dedos por aquel emotivo recuerdo, mientras le llegaban a su mente aquellos instantes en los que rieron, cuando ella entre bromas, le cubría con el pañuelo el pequeño rasguño que se había hecho con la afilada piedra que utilizaba para plasmar aquello que sentían.Recordaba sus manos acariciando su cintura y su espalda, rozando su cara antes de besarla. También, como entrelazaban sus dedos, deslizándolos luego por las iniciales. Se estremeció recordando aquella imagen, su mano junto a aquel corazón, que rodeaba a la F y a la E.Con esos pensamientos es que necesitó abrazarse a aquel recuerdo, apoyando su cara mientras sentía en la misma, la hendidura de la madera tallada.Se retiró emocionada, caminando hacia atrás despacio, entre la Fe y la Esperanza, con el deseo de poder estar pronto de nuevo entre sus manos.Al dar un paso más antes de girar y emprender su marcha, es que sintió su abrazo por detrás. Cerrando sus ojos, es que se aferraba fuerte a él, acariciando sus manos. Al darse la vuelta, se miraron profundamente y se besaron, recordando juntos aquel día, aquel momento, volviendo a deslizar juntos sus dedos por aquel precioso recuerdo.(17/01/2018 - Atardecer) |
Querido Fernando.Disfrutando contándote, que empiezo y se me va el tiempo volando.También primero me deleité viéndote interpretar, ahí entre varios personajes mientras pienso en cual me voy a centrar...jaja.Muy lindo lo que me lleva a sentir esa imagen. Tiene algo especial, ¿verdad?...ja.Espero vaya todo bien guapo. Buenas noches. Un beso, intenso.PD: Aprovecho para agradecer por la captura de hoy y por todas las imágenes en general.Atardecer 17/01/2018.![]() |
SIN PODER ARTICULAR PALABRA...Había tenido la oportunidad de organizar aquel viaje. Con ilusión había buscado los medios y el tiempo. Era mucha la distancia, pero no importaba pues su sueño era lo primero. Vivió experiencias en todo el trayecto, también la vida le enseño durante el transcurso.Con entusiasmo disfrutó de aquellos momentos surgidos entre ellos, muy cerca el uno del otro. Pero llegaba el momento de marchar, siendo él y su trabajo, así como el respeto hacia ambos lo que hizo que ella no pensara en si misma, por eso comenzó a caminar sin más hasta salir de aquel lugar.Recordaba cada paso y el sentimiento al dar cada uno de ellos. Las circunstancias a veces se interponía en los deseos de una, es lo que pensaba mientras más avanzaba. Pero le dolía, pues sabía el daño que se estaba haciendo.En unos días regresaría y no se podía quedar con aquello. Su gira continuaría por otro lugar pero sin saberse aún ni cuando ni donde. Así que trató de informarse, consiguiendo otra información.En dos días acudiría a un programa de radio, para seguir promocionando su proyecto y allí daría a conocer las fechas. Trató de averiguar donde se encontraba aquel lugar, no resultándole fácil llegar hasta él. Pero el entusiasmo por verlo hacia que todo lo demás fuera surgiendo, consiguiéndolo con esfuerzo.Sabía que no iba a estar fácil para entrar allí, pero esta vez no se podía ir. Así que se armó de fuerza adentrándose en aquel edificio, tratando de con tacto y sinceridad la dejaran pasar.Ese paso estaba superado, aunque le habían indicado que esperara mientras averiguaban si podía ser posible lo que ella deseaba. Pasado unos minutos, le comunicaban que tenía que esperar a que terminara la emisión, porque estaban por comenzar la conexión en directo.Algo dentro suyo le decía que tenía que hacer algo, pues no se fiaba de la información, además de que no quería atender más indicaciones impidiéndole hacer lo que su interior con fuerzas le pedía. Esta vez haría lo que ella sentía sin importarle lo que dijeran los demás.Así que avanzando un poco yendo por los pasillos es que escuchó una risa inconfundible, que hizo que su corazón comenzar a latir con más fuerza. Poniendo cuidado desde cual de las puertas venían es que se adelantaba un par de metros más, hasta dar con una que indicaba el logo del programa.Con la mano en el pómulo de la puerta, es que siguió unos segundos más escuchando su voz, hasta que dejó de sonar. En ese momento, sigilosamente abría unos centímetros la puerta, sin saber con lo que se encontraría.Pegada a la ranura, es que pudo verlo utilizar su móvil, mirando hacia el mismo. Sin pensarlo más, es que entraba y justo él reaccionaba, encontrándose con su bonita sonrisa y su guapa mirada, mientras ella se quedaba sin poder articular palabra.Simplemente podía mirarlo, observar su belleza al natural, su cara de sorpresa de verla allí. Quedándose con todo él en su retina, eso nada más...Pasados unos intensos y largos segundos, cuando quiso reaccionar... alguien acercándose a su lado la cogía por el brazo y con una voz poco agradable es que le decía, "a ver señorita, usted no puede estar aquí, salga ahora mismo, tenemos conexión en directo".Y sin dejar de mirarlo es que se retiró, escuchando como él llegó a decir:- Pero...Y ya no alcanzó a oír nada mas, pues ensimismada aún en su mirada y sin poder articular palabra, es que, con los ojos nublados, se iba a toda prisa de allí... Salió hasta la calle y sus pies no le permitieron caminar más, algo dentro suyo se había paralizado y le impedía hacerlo.La tarde ya caía, estando a punto de anochecer... pero allí seguía en la entrada de aquel lugar, sabiéndolo dentro mientras su corazón se partía de dolor. No sabía cuanto tiempo había pasado, tal vez media hora o algo más cuando, algo a su izquierda le hacía girarse. A lo lejos pudo verlo salir por unas de las puertas laterales del edificio, viendo como se percataba de ella, parándose antes de entrar en el coche que le esperaba. Sus miradas volvieron a cruzarse, esta vez algo más lejos, pero con la misma sensación y el mismo sentimiento.Ambos esperaron la reacción del otro... y ambos esperan su oportunidad.(18/01/2018 - Atardecer) |
Mi Intérprete Predilecto.Hoy con los sentimientos a flor de piel... sin poder articular palabra. Comenzar a contarte no ha sido sencillo...Solo decirte que disfruté viéndote en tu primer protagónico, con el que decidí adentrarme en otra historia interpretada de manera extraordinaria por ti, aún siendo de tus primeros proyectos.Hoy me apetece compartir nuestro sofá, abrazados, en silencio... entre caricias y algún que otro susurro.Te quiero, si... mucho y bien. Un beso. Cuídate. Buenas noches.Atardecer 18/01/2018.![]() |
SU SENCILLEZ ME HACÍA SENTIR BIEN...Hacía un par de años que llevaba en la redacción, pero aquel viernes se presentaba lo más interesante para mí. Tendría la oportunidad de entrevistarle a él. No había sido fácil conseguir esa oportunidad, pero con empeño había llegado el día.Recuerdo que andaba nerviosa tratando de organizar que todo estuviera listo para la hora. Ya se le había comunicado la propuesta y había sido aceptada, para que tras la ultima sesión de ese día, contestara a unas preguntas sobre el proyecto en concreto.En principio asistí a su obra como espectadora, disfrutando de su calidad actoral muy de cerca, apreciando cada detalle, admirando su talento y esa manera particular suya de sentir la interpretación y el teatro.Era un deleite para los sentidos vivir cada instante a su lado en aquel escenario. Y a medida que pasaba el tiempo, algo dentro mío se iba alterando, pues el poder realizarle unas preguntas sobre su trabajo, sobre lo que sentía realizarlo en directo y poderlo hacer desde ese otro lado, desde mi trabajo para la redacción pero a la vez como admiradora de su profesionalidad.Llegaron esos aplausos de despedida y emocionada por lo grato que había resultado aquel tiempo, es que fue preparándose para acceder hasta la zona donde le atendería. Un poco nerviosa es que tocaba su bolso donde llevaba un pequeño cuaderno, donde haría las anotaciones necesarias para luego redactar la noticia y quedar plasmada en esa pagina cultural diaria que escribía para el periódico que trabajaba.El público ya se había ido y ella esperaba cerca de la puerta del camerino, hasta que él pudiera atenderla. Llegó a ver a varios de los actores por los pasillos, camino para la salida. También gente de la producción y personal del propio teatro. Con un montón de emociones y pensamientos es que escuchó que la puerta que tenía cerca se abría, viéndolo salir junto a su compañero de reparto, mientras hablaban entre risas.Y fue justo en ese instante que ambos se percataron de mi presencia, saludándome, mientras él mirándome fijamente me preguntaba qué era lo que quería. Con cara de tierra trágame es que comencé a explicarle del medio para el que trabajaba y que teníamos una aceptación de su parte para ese día habiendo quedado justo donde se encontraba, a la salida del camerino.Tras decirme, "ah, pues no me acordaba" y verme la cara de asombro que debí poner es que a carcajadas me saludaba con un apretón de manos y un beso, dándome la bienvenida, a la vez que se disculpaba por la broma.No pude hacer otra cosa que reír, a la vez que sentía que mi corazón se me iba a salir. Dispuesta a realizarle la pequeña entrevista para no quitarle mucho más tiempo, es que se despedía de su compañero y agarrándome por el hombro es que me indicaba hacia donde iríamos para estar más cómodos.Lo que sentí, cuando notando su mano por mi cintura, en un gesto caballeroso y amable de permitirme el paso, adentrándome con él hasta el mismo escenario, fue maravilloso. El invitarme a sentarme junto a él en esas tablas, en esas escaleras cuyo recorrido daba hasta las butacas desde donde le había estado viendo interpretar hacía nada, intercambiando miradas como volvíamos a hacerlo en ese momento, resultaba muy gratificante.Y allí estábamos sólo los dos, como tantas veces había soñado. Acariciada por su agradable mirada, por su dulce y bella sonrisa. Haciéndome sentir segura con su profesionalidad y protegida por el gran ser humano que es.Comencé tímidamente a preguntarle sobre su proyecto actual y su trabajo en general, atreviéndome algo más, a medida que avanzaba la conversación, sobre como influía su profesión en otros aspectos de su vida. Y no podía hablar de entrevista en si, pues en todo momento me hizo sentir cómoda y en confianza, como el hombre caballeroso y encantador que es.El tenerlo tan cerca, hablando con él, de él y la pasión por su trabajo, de su opinión y puntos de vistas, escuchándole con atención, percibiendo el sentido de cada palabra suya, observando sus gestos, sus expresiones, su interesante forma de expresarse, la dulzura de su sonrisa, lo bonito de su risa y ese semblante serio suyo que seduce, apreciando a la vez el hombre guapo y atractivo que es, es algo que no se puede definir, solo sentir.Una experiencia bella e inolvidable que me gustaría poder repetir. Agradeciéndole enormemente y valorando mucho a su vez, su sencillez... con la que me hizo sentir tan bien.La forma de dar por terminado aquel encuentro y la salida juntos de aquel teatro, es un lindo secreto que me guardo. Solo puedo decir, que algo cambió para siempre entre los dos... y fue para mejor.(19/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Te pienso...Gracias por lo que me transmites, por todo lo que me haces sentir.Te quiero. Un abrazo largo e intenso. Buenas noches.Atardecer 19/01/2018.![]() |
PROTEGIDA POR ÉL...Llevaba casi dos meses por aquellas tierras, donde llegó para quedarse el tiempo que durase el proyecto de investigación que tenía que realizar sobre la zona, que sería medio año aproximadamente.Prefirió arrendar una pequeña casa a unos cinco kilómetros del pueblo más cercano. No era muy grande, como tampoco la finca donde estaba situada, pero era bonita y acogedora, con unas vistas espectaculares, de ahí que se fijara en ella para pasar aquellos meses por allá.El dueño era un señor mayor, que prefería compartir el resto de sus días con su esposa en una casa allá en el pueblo, ya que debido a su edad, no podía mantener la finca como lo hizo en el pasado, con ganado, cosechas y bonitos caballos. Colindaba con unos terrenos, cuyo propietario, uno de los más poderosos de la región, llegó a conocer en la primera semana de estar instalada, cuando al ver al propietario por allí, se acercó a saludarlo y a proponerle nuevamente, como al parecer habría hecho en alguna que otra ocasión, que le vendiera aquellas tierras.La enorme finca quedaba a unos dos kilómetros de allí. Ella, una de las veces que paseaba, pudo comprobar la belleza de la misma, siendo inmensos los terrenos que abarcaban toda la propiedad.Aquel día a penas se saludaron pues ella ya iba entrando en la propiedad, tras despedirse del señor mayor que ya se iba yendo. Fue quien los presentó, diciéndole que sería su inquilina durante unos seis meses.Después ellos volvieron a coincidir varias veces, de las cuales sólo en dos ocasiones, llegaron a intercambiar conversación y en las dos él se había mostrado algo reservado, aunque atento en todo momento. Una de las veces para indicarle una de las zonas donde ella quería investigar y la otra, cuando se le pinchó una rueda de la vieja furgoneta que había en la finca y que también tenía derecho a usar, ayudándole a cambiarla por la de repuesto, y de eso ya había pasado dos semana.Esa mañana, había estado en una zona preciosa, rodeada de vegetación y con una pequeña cascada que aumentaba la belleza de aquel lugar. Tras hacer las anotaciones precisas y llevar a cabo los estudios pertinentes, es que quiso adentrarse en aquellas aguas, no haciéndole finalmente, ya que no le parecía prudente, pues no concia bien aquellos lugares. Así que tras haberse despojado de su ropa, habiéndose quedado solo con la interior, es que volvía a ponérsela.Ella pensaba que estaba sola, pero no era así, pues allí estaba él, quien llegó justo cuando se disponía a meterse en el agua, habiendo intervenido de no ser porque la vio rectificar comenzando a vestirse, ya que esas aguas no eran tan tranquilas como ella se imaginaba. Pero en esos minutos, ahí se quedó parado, observándola sin más, marchando cuando su conciencia le decía que no debía estar allí, a menos que se hiciera notar, pero prefirió marchar.Regresó justo al mediodía. Tras darse una ducha, se colocó unos vaqueros desgastados y una camisa blanca. Preparó algo de comer, disfrutando de dicha comida en el porche de la bonita casa, aprovechando el aire fresco que se estaba levantando. Tras terminar y organizar la cocina, decidió reposar un poco en una hamaca que había colgada del techo, quedándose dormida pues había madrugado bastante. Cuando despertó tres cuartos de horas después, se dirigió hacia el camino, dispuesta a pasear durante un rato.En eso estaba, cuando lo vio venir en dirección contraria a la que ella llevaba. Allí estaba parado frente a ella, a lomos de aquel bonito caballo, con semblante serio como en las demás ocasiones, aunque sin que eso impidiera darse cuenta de lo atractivo de aquel hombre, resultándole en ese momento más guapo aún, o tal vez era por como la miraba sin decir nada.Pasado unos largos segundos, es que ella lo saludaba.- Buenas tardes.- Hola... Le aconsejo que se regrese, pues en cualquier momento puede comenzar llover, formándose una fuerte tormenta.- ¿Cómo...?. Pero si está despejado, a penas un par de nubes y un sol radiante. ¿No estará exagerando?.- Se de lo que le hablo. El viento está comenzando a soplar más fuerte, y las nubes, que son más de un par, comienzan a moverse rápido y pronto serán más, y mucho más oscuras. No es tanto, el aire sino de donde sopla.- Está bien, le agradezco. Pero no tardaré mucho en dar la vuelta.- Si quiere puedo acercarla hasta la casa.- No gracias. Como le digo, camino un poco más y antes de que llegue la lluvia y la tormenta ya estaré bien cobijada. Y en ese caso, tampoco debería andar por aquí y menos a caballo.- Cierto, pero tengo algo urgente que atender en el pueblo, y en caso de que empeore el temporal y no pueda regresar, me quedaré allí mientras tanto.- Pero tenga cuidado porque igual le pilla la lluvia antes de llegar...jaja.- Está bien, no le insisto más, pero no debería tomárselo a broma.- Discúlpeme, pero usted debería hacerlo alguna que otra vez, bromear me refiero.Y mirándola fijamente, hizo un movimiento de cabeza dejando una leve sonrisa, mientras se marchaba, quedándola bien atacada por dentro.Decidió caminar un poco más, pues la brisa estaba suave y le daría tiempo a regresar, en caso de que se tuviera que resguardar. Ya comenzaba a ver la finca de aquel hombre a lo lejos, así que quiso llegar hasta allí y observar desde el vallado, la bonita fachada, que se dejaba entrever entre la verde arboleda, así como los caballos que cabalgaban por un amplio cercado, casi salvajes. Ensimismada con todo ello es que se demoró bastante tiempo, percatándose de que el aire azotaba con más fuerza y el sol casi había desaparecido.Aceleró el paso, sin poder evitar acordarse del guapo hombre y su recomendación, cuando comenzó a sonar unos truenos a lo lejos y algunas gotas comenzaban a caer con ganas sobre su ropa. Parecía increíble, como en nada de tiempo, se formó aquella tormenta que más se acercaba, comenzando a llover fuerte y azotando el aire tanto, que casi la echaba para atrás. Comenzó a correr, algo asustada tenía que reconocer, pues el sol había desaparecido dejando paso a una gran oscuridad. Además de que en ese trayecto intermedio no había ningún sitio para poderse resguardar.Ya no estaba muy segura, pero por lo que ya había recorrido estaría más cerca de la finca donde se estaba quedando, aunque ya no podía asegurar nada. Lo único que sabía, agotada de luchar contra el viento y la lluvia en su contra, es que había sido una imprudente, pues bien que se lo habían advertido.De pronto sintió unos fuertes brazos que la cogían, subiéndola a un caballo.A pesar de lo frío que ya era el aire, y de lo mojado de la lluvia, pudo sentir el calor de su cuerpo pegado a su espalda, rodeándole con sus fornidos brazos mientras dirigía las riendas. Por un instante, desapareció para ella la tormenta, notando los latidos acelerados de su corazón y el calor que el roce de aquel hombre provocó en su interior, sintiéndose a salvo, protegida por él.A todo galope, es que en nada de tiempo, entraban por el camino hacia la finca. De un salto se bajó y cogiéndola, rápidamente la dejaba bajo el porche de la casa. Seguidamente, él hizo ademán de despedirse para continuar su camino, pero ella se adelantó.- No puede irse así, aunque lleve chubasquero, o ahora el imprudente será usted. Me sorprende lo previsible que es. Ponga a resguardo su caballo en el cobertizo de al lado y entre, por favor.La corriente hizo azotar las ventanas, abriéndose con fuerza las puertas. Cogiéndola desprevenida se giró, y pegando un enorme grito, es que casi se choca con él.- No pensaba dejarla sola..., solo que no quiero molestar.- No molesta... al contrario. Gracias.Tras dejar a su caballo resguardado, entró quedándose parado al cerrar la puerta, y habiendo quedado colgada su prenda de agua fuera. Frotándose el húmedo y corto cabello con las manos, observaba a través de la puerta del salón, como ella preparaba café en la cocina. Al girarse, es que pudo mirarla bien, con su cabello oscuro mojado y la camisa ahora transparente por la lluvia, dejándole ver más de lo que era recomendable, tal vez.- Deberías cambiarte, si no quieres pillar un resfriado. Anda ve, ya sigo yo.Ella no pudo agradecerle por el gesto, sólo podía mirarlo, ver lo atractivo que estaba con su pelo un poco mojado, mientras salía de allí, rodeando con sus brazos el traslucido de sus pechos, al percatarse de la dirección de los ojos de él.Cuando ella regresó al salón, él había encendido la pequeña estufa así como un par de velas que había sobre la pequeña mesa que estaba junto al sofá y tenía servido un par de humeantes cafés, mientras observaba por el ventanal como seguía azotando la lluvia y el viento, y como los rayos iluminaban el cielo.Al voltearse la vio allí parada, con el pelo más seco y algo revuelto, cuyos mechones caían sobre el escote del vestido camisero que llevaba puesto en color marrón claro, siguiendo su mirada hasta sus piernas, quedando visibles desde un poco más arriba de la rodilla, hasta donde la media caña de las botas que llevaba puestas, le permitía.Ambos se acercaron, sin dejar de observarse en silencio. Hasta que ella decidió articular palabra.- Gracias por acondicionar el salón, no dejaste pendiente nada. Ya veo que hasta velas encendiste, supongo por si se va la luz.Por primera vez lo veía sonreír, sacudiendo la cabeza mientras no la perdía de vista.- Pareciera que la lluvia te favorece, te ves aún más guapa.Quedándose perpleja de sus palabras y de como la miraba, es que dijo lo primero que se le vino a la mente.- La verdad que me he puesto esta ropa en solidaridad contigo, pues estaría más cómoda sin ella.- Ja, ja... por mi no lo hubieras hecho. Recuerda que estás en tu casa y puedes ir como quieras.- Quiero decir, que me habría puesto mi fino pijama y...- Te hubieras tumbado en el sofá sin más.A medida que seguía hablando, más creía meter la pata... o aquel hombre cada vez le resultaba más irresistiblemente atractivo y seductor.- Ya veo que también te gusta bromear... y que no se te da mal.- Disculpa, tomemos el café o se nos va a enfriar.Y sentados en el sofá, mientras la tormenta seguía fuera, ellos disfrutaron de unos instantes agradables de charla y complicidad, tratando de sobrellevar la tormenta interna que entre ellos se estaba formando, entre miradas y sensaciones, sin poder olvidar ninguno de los dos, lo que al galope a lomos del caballo sus cuerpos sintieron.Sus pensamientos junto aquel momento, fueron interrumpidos por una enorme iluminación, seguida de un estallido fuerte, apagándose de pronto la luz y cerrándose la puerta del bañó de golpe. Ella no pudo evitar gritar aferrándose con fuerza al brazo de él, quien de inmediato trató de tranquilizarla, rodeándola con un abrazo.- Chisst... tranquila. No es nada, solo que sucedió todo de golpe. Alguna ventana debió quedarse abierta y la corriente hizo el resto. Voy a comprobarlo.Le decía, mientras la abrazaba suave y la miraba con la tenue luz de las velas, tan cerca el uno del otro que podían notar sus latidos y su respiración, siendo conscientes ambos de lo atraídos que se sentían el uno por el otro, y que no sólo era cuestión de físico.Una vez cerró la ventana del baño y comprobó que el resto, así como las persianas y puertas estaban cerradas, volvía a acercarse a ella, sentándose a su lado y retomando tímidamente la conversación. Pasado un tiempo, él le decía.- Se hace tarde, igual prefieres irte a la cama y descansar más cómoda. Yo aquí voy a estar, no te preocupes.Ella lo miró, y negando con la cabeza le sonrió. En ese momento él comenzó a quitarle las botas y seguido, la cogía por los hombros acercándola hasta él. Ella aprovechó la invitación, recostándose sobre su pecho.´Así permanecieron en silencio, mientras sus manos se rozaran y sus miradas se cruzaban, acercando su cara hasta la de ella, estando a punto de besarla. Pero se contuvo, rozando simplemente su nariz mientras sentía su agitada respiración y sus manos se entrelazaban, sin poder evitar ninguno de los dos, al despertar en la madrugada, calmar su propia tormenta interna, como ya lo había hecho la de afuera.(20/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Deseo hayas disfrutando de un agradable día. Hoy me demoré... disculpa, espero te guste el motivo de ello, ahí estuve soñando junto a ti. Déjame y te cuento, ¿si?. Mientras te vuelvo a soñar, ahora en sueños...ja.Te quiero, guapo. Un abrazo. Buenas noches.Atardecer 20/01/2018. |
DISFRUTAR DE SU COMPAÑÍA Y SU SONRISA...Durante un tiempo, por circunstancias, estaría por allí. Aprovechaba ese año para hacer un curso de Bellas Artes en la Universidad de las Américas, en Puebla. Durante el fin de semana, trabajaba en un lujoso restaurante de la Ciudad de México, con el cual, además de conseguir unos ahorros hacía que desconectara de la estresante semana, a la vez que me permitía observar la reacción de mucha gente, incluso llegar conocerlas un poco más, si se trataba de asiduos clientes.Como era el caso de un señor mayor, que todos los domingos llegaba justo cuando yo comenzaba mi turno, a las 09:00 h, a tomar su desayuno, y aprovechaba para leer un rato el periódico y después continuaba con uno de los varios libros que le acompañaba.Era una persona culta y también con un inteligente sentido del humor. Un día, cuando le fui a tomar nota, me relató algo:- Es la vida un caminar, que hacemos día a día, y como tu la quieras llevar, así será o no tu alegría. Es por eso que elijo desayunar no muy temprano, porque a cambio yo me encuentro siempre con una bella sonrisa.Le di las gracias, y a partir de ahí cuando le llevaba el desayuno, siempre me relataba algo de sus interesantes libros y me contaba de sus experiencias por la vida. Con el tiempo me enteré que había sido durante muchos años Director de Teatro y posteriormente se había dedicado a la escritura. Era muy agradable encontrarme con este señor una hora cada domingo...., porque me hacía más llevadera mi estancia en aquel lugar.Exceptuando ese momento y algún que otro curioso que sucedía, alguna que otra vez, por lo general no pasaba nada extraordinario. Por eso recuerdo de manera especial, aquella mañana de sábado...Ya de entrada algo estaba surgiendo diferente, y era que el señor mayor, estuviera allí en ese día. Me dirigí a él y con una sonrisa me dijo:- No creas que cambié los sábados por los domingos, simplemente mañana no estaré por acá, y aunque en este día me cae lejos este lugar, no podía esperar hasta el próximo domingo para contarte algo más.Le serví el desayuno como siempre y a cambio me contó un poco de sus historias, por supuesto, sin yo desatender al resto de personas.Al rato, pude ver, como hablaba con un señor más joven que él, muy elegante por cierto. Se saludaron de forma efusiva, y posteriormente, ese hombre se dirigió a una de las mesas. Seguía de espalda a mi. Justo cuando iba a atenderle, el señor mayor que me llama, así que decidí ver que necesitaba y todo emocionado me comentó:- ¿Sabes?, hoy me pasó algo muy bonito. Acabo de saludar a un gran amigo y el que fuera gran compañero de trabajo, así que, puede haber pequeños cambios en tu vida, que de una alegría más, te pueden hacer disfrutar.Y seguido me fui a atender a ese apuesto caballero. Cuando llegué, mientras colocaba mi cuaderno de nota, le saludé:- Buenos días, ¿qué... va... a... tomar?.Cual fue mi sorpresa cuando tras darle los buenos días, levanté la mirada y vi que era él. Qué guapo e interesante se veía. Debió de notar mi nerviosismo, pues a penas le pude preguntar. Y mientras me decía lo que iba a tomar, sorprendiéndome aún más, con una pícara sonrisa añadía:- ¿Qué puedo hacer para que dejes de temblar?.- Sólo una cosa puede hacer... y es desaparecer. Pero ya ni eso me puede salvar.- Jaja... Tú tranquila, soy alguien muy normal.- Es para mí un placer Sr. Colunga saludarle. Le admiro como actor y como persona.Su rostro se notó algo más serio, al no esperar mi respuesta. Y antes de retirarme con la nota, alguien me agarraba por el hombro. Era el señor mayor que ya marchaba, mientras a él se dirigía:- Cualquier cosa te permito, menos que a esta señorita pongas en aprieto...Y recibiendo la amable sonrisa de ambos, yo me retiraba...A partir de aquel día, Él acudía todos los sábados en las mañanas, pero cerca de la hora de mi salida, invitándome a acompañarlo, siendo un placer para mí, disfrutar de su agradable compañía y su bella sonrisa.(21/01/2018 - Atardecer)
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Hola Fernando.Espero esté resultando un bonito domingo, haciendo lo que deseas hacer.Yo disfrutando de tu primer protagónico, que no tu primer papel. Es lindo pensarte en aquello momentos de ilusión para ti, con tu primer personaje que protagonizabas, esa oportunidad que tenías y que tan bien supiste llevar a cabo.Y es interesante verte actuar con ese talento que ya poseías, como lo hacías antes, sabiendo y valorando el como has continuado interpretando, lo que has conseguido desde entonces y lo que sigues consiguiendo. Sobre todo con esa sencillez y humildad, como si cada nuevo personaje fuera para ti el primero, sin dejar de aportar ilusión y entusiasmo.Obvio que tienes personajes con mucho peso, y bien sabes cual es mi opinión sobre ellos, pero esos primeros no son menos. De hecho fueron necesarios para que los demás existieran. Y cada uno tiene su importancia. Y en cada uno has ido aportando tu profesionalidad y lo que con la experiencia has ido aprendiendo.Con cada uno has ido trascendiendo y lo interesante, es que sigues haciéndolo.Muchas gracias, Fernando por tanto. Te quiero, te extraño.Un beso enorme. Que tengas una buena tarde noche.Atardecer 21/01/2018.![]() |
OBSERVARLE LE TRANSMITÍA PAZ...A principios de semana su amiga le había estado hablando sobre una exposición de fotografía, que al parecer estaba interesante. No le podía acompañar el fin de semana que era cuando podrían viajar gasta la ciudad donde se exponían dichas obras. Así que ella, decidió hacer sola ese pequeño viaje, pues le vendría bien también para desconectar.El viernes en la noche llegó al hotel. Tomó algo de cenar y se acostó pues al día siguiente quería levantarse con tiempo para organizarse y estar tranquilamente a primera hora en dicha galería.Cuando llegó había bastante gente esperando para entrar. Ella tenía su entrada reservada, así que en unos diez minutos, ya había entrado en aquel bonito lugar, que al acceder en el le recibió con una agradable sensación o era sus ganas de disfrutar de aquellos momentos.Y así lo hacía, por los pasillos que iba transitando, con fotografías en las que percibía un toque particular del propio fotógrafo. Su enfoque, su gama de color... Y así continuó, observando y percibiendo lo que le transmitía las diferentes fotografías.Hasta que, entre las diversas salas que había, llegó hasta una central y se encontró de frente con aquella bella fotografía.Se quedó paralizada ya a lo lejos, que la enfocó con su mirada en un plano general. Sintió una emoción que no podía explicar y decidió acercarse poco a poco a ella. Era de un tamaño algo más grande que el resto, pero no era eso lo que la hacía sentir diferente. Tampoco lo era en este caso, la gama ni el enfoque del fotógrafo.Era el contenido de la imagen en sí, el propio autor de la fotografía... el que la hacía sentir eso que sentía al mirar. Una agradable sensación es que embriagó todo su cuerpo haciéndola emocionar. De ahí que decidiera sentarse en el banco que había justo en frente, deleitándose tranquilamente con cada detalle.Ya terminaría de ver en otro momento el resto de la exposición, ahora simplemente le apetecía quedarse frente a esa imagen, dejarse llevar por lo que percibía en ella.La diferencia era la esencia de la fotografía, la expresión de aquel atractivo rostro, aunque pensativo, ensimismado consigo mismo. Cada rasgo, cada línea de expresión hablaba de él, le enviaba algo lindo. Observarle, le transmitía paz.No podía apartarse de allí, permaneciendo bastante tiempo, sin apenas darse cuenta, ya que cada vez había menos afluencia de gente. Aunque alguien si se percatara de ella, alguien que la miraba desde un lateral y quien decidió acercarse, sentándose en una de las orillas.En silencio ella seguía mirando al frente contemplándole, admirando cada emoción que le transmitía, cada sentimiento. El hacía lo mismo, pero dirigiendo su mirada disimulada hacia ella.Se había dado cuenta de ella, desde que hablando con el director de la galería, la vio entrar a la sala y observar su reacción tras ver la fotografía, así como el tiempo que llevaba allí.No quiso interrumpirla, se veía tan linda con sus expresivos ojos, apenas sin parpadear, viendo como los mismos estaban húmedos de la emoción. Pero llegó un momento que necesito compartir aquel instante con ella, así que atrevido, en un movimiento sigiloso acercó su rodilla hasta la de ella, apenas percibiendo el roce, pero sintiendo una linda sensación, más cuando ella se movió levemente, girando su mirada hasta ambas rodillas y seguido, subir la mirada hasta la de él.La cara de ella lucía sorpresiva al darse cuenta de que, aunque su look algo cambiado, era el protagonista de la fotografía. Sintiendo aún mas aquel roce, volvía a mirarlo a través de la imagen, pensando en eso que a la vez le transmitía tenerlo ahí a su lado.Tras un tiempo con ese cúmulos de sensaciones entre ambos, él se levantaba... marchándose. Ella no pudo evitar mirar hacia atrás, viendo como hablaba con otro hombre en la sala, sin dejar de mirarla.Ella volvió a concentrarse en la fotografía, aunque ahora parte de la esencia estaba atrás de ella. Cuando volvió a mirar, ya él no estaba. En eso que mirando la imagen por ultima vez, se levantó. Con el pulso acelerado, miró a través de los pasillos por si lo veía. Pero nada, por lo que decidió ir hasta la salida, y a lo lejos es que lo vio caminar.No sabía como calificar su actitud en aquel momento, pero no pudo evitar dejar de hacer aquello que sentía por dentro. Y salió caminando a toda prisa tras él, hasta que se dio cuenta de que no estaba por allí. Con sus emociones, anduvo unos metros, hasta que notó que alguien estaba a su lado.Sus miradas se cruzaron... y tras un instante cabizbajos, volvían a mirarse, y sin más, siguieron caminando juntos en silencio. Más adelante se les vio, como comenzaban a intercambiar unas palabras...(22/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Deseo vaya todo bien. Yo disfrutando al verte actuar y también al soñarte.Necesito que me abraces fuerte, si... mucho.Te quiero, guapo. Buenas noches.Atardecer 22/01/2018. |
CON SU SONRIENTE MIRADA LE BASTABA...Inició haciendo prácticas, ayudando a los técnicos de cámaras, a la vez que iba aprendiendo. No llevaba mucho tiempo y estaban por comenzar un proyecto nuevo y ella sabía quién interpretaba el mismo, pues lo había oído entre el personal de producción. Por eso es que pedía para sus adentros que le permitieran estar en dicho proyecto, y más aún, poder continuar una vez terminado el periodo práctico.Y en principio así fue, le autorizaron para continuar con el equipo que estaba colaborando hasta ese momento, pudiendo estar en las grabaciones de dicho trabajo. Lo cual resultó ser una experiencia bonita y un deleite desde el principio. Así fue como lo sintió, desde que el primer día de rodaje, lo encontrara en el foro cuando llegó.Como siempre puntual y profesional. Al principio de las grabaciones ella se ocultaba tras los cámaras, resultando un placer poder disfrutar de él desde atrás, observando cada movimiento suyo a través de la cámara.Trataba de pasar desapercibida, pero con los días, fue inevitable no salir detrás de las cámaras y verle a ratos, grabar directamente, mirando hacia él sin más, eso si, siendo prudente y en todo momento atendiendo a las indicaciones de los técnicos.Y así pasaron esos primeros días, donde cada vez se dejaba ver más, entre otras cosas porque el tiempo de práctica ya estaba llegando a su fin y también ella se sentía con más confianza.Y en uno de esos momentos, es que sus miradas se cruzaron. Cuando ella, al ver una de las bromas que le hacía él a unos de los cámaras, desde más atrás comenzó a reír a carcajadas. En ese momento, al mirar en dirección a la risa, se percataba de ella, quedando sus ojos entrelazados durante unos segundos largos.Ella dejó de carcajear rápido al ver que él se giraba, dejando en su rostro dibujada una agradable sonrisa, correspondiendo a la que él amablemente le ofrecía. Se disculpó, y fue ahí cuando él le invitaba a que se acercara, dándole a entender que no había pasado desapercibida para él desde el inicio.La sonrisa de ella se agrandó con lo que escuchó. Y desde ese día, las veces que coincidían se saludaban y a minutos charlaban, aunque a ella, con su dulce e atractiva mirada, le bastaba.Pero tenía que reconocer, que cada vez se acostumbraba más a él, a su presencia... a esos maravillosos instantes que compartían. Le habían ofrecido seguir mientras durara ese proyecto, lo cual era gratificante, poder viajar cuando tenían locaciones, resultando aún más interesante cada rodaje.Ella aprovechaba cualquier momento de broma por parte de él, para compartir un divertido rato a su lado. O cuando se acercaba y se ponía detrás de las cámaras, le encantaba ponerse cerca suyo y aprender de él.Casi se había convertido en su ayudante personal, pues a cada rato que el tenia libre y veía que la observaba, ella se acercaba y aunque como bien disciplinado y autosuficiente que es, todo lo tenía a punto, pero a veces ella le ayudaba a colocarse algunos de los artilugios que llevaba, o le retocaba junto a las chicas de peluquería o maquillaje.Pero los que más le gustaba, eran esos momentos en que ella se acercaba cuando el se hallaba pensativo tras haberla observado. Entonces ella, le pedía que le contara sobre él, de su trabajo, sobre lo que sentía en cada grabación. Le encantaba escucharle hablar, su manera inteligente e interesante de expresarse.Era pura magia lo que sentía compartiendo esos instantes tan cerca de él, no solo en distancia, sino en emoción, en sentir, a través de lo que ese extraordinario hombre y gran profesional le transmitía, lo que ella percibía que él le ofrecía en cada gesto, en cada palabra, con cada mirada.Por ello no podía olvidar, aquel día, unos de los últimos que quedaban por grabar para finalizar aquel proyecto, en el que lo había visto algo inquieto, mientras lo observaba a través de la cámara en unos de los descansos. Se acercó, tras haberse dado cuenta de que con la espada, se había descosido un poco la bastilla del abrigo de época que llevaba, ofreciéndose ella a coserlo sin más, poniéndose en cuclillas.El sonriente la observaba, mientras no dejaba de bromear metiéndose con ella, sobre su forma de dar las puntadas, y de que al final tendría que llamar a la modista. Pero ella divertida le seguía el juego, pinchándole a veces con la aguja diciéndole que cerrara su bonita boca o no respondía.Era un deleite estar a su lado, por eso le decía:- Deja de moverte pues así es imposible dar puntada contigo y sígueme contando, por favor.- Ja ja...- Deja de reírte que vas a provocar que me pinche y cuéntame..., anda.- Pero mi niña, ¿qué más quieres que te cuente?. Si te llevo contando hace meses.- Cuéntame más de ti. Cuéntame..., de ti y de mi.No olvida aquella dulce sonrisa y aquella atractiva mirada de complicidad que le regaló como respuesta... no la olvidará jamás.Aún hoy le sigue contando..., aunque a ella, con su sonriente mirada le bastaba.(23/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Deseo que esté resultando un agradable día para ti.Deseo además, que nuestras miradas algún día se vuelvan a cruzar.Te quiero. Un beso intenso. Buenas noches.PD: Disculpa, por esas comitas de menos, alguna letrita de más...,pero a veces voy tan rapidito al ir escribiendo tal como te cuento, lo siento.Atardecer 23/01/2018.
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AMOR BAJO EL VIEJO FARO...Después de un tiempo, había regresado a aquel lindo lugar. Necesitaba estar en contacto con su bonita playa y su mar, junto al suave sonido que desprendía su oleaje y que tantas veces le ayudó a encontrar tranquilidad. Ya en la tarde, se cambió de ropa pues quería disfrutar de eso que tanto le gustaba, caminar por la orilla, mientras sus pies eran acariciados con el salpicar del agua, resultando agradable a la vez, que sus ojos percibían el bello espectáculo que el sol dejaba bajo su puesta con increíbles mezclas de color..., las mismas que a ella tanto le transmitían, como lo hacían el mar y el atardecer.No se había percatado el tiempo que llevaba caminando, pero ya debía de ser bastante, más que otras veces, pues el sol estaba mucho más bajo. Antes de regresar, decidió quedarse parada con los ojos cerrados frente al horizonte, respirando la fresca brisa y escuchando lo bonito que aquel paisaje le regalaba, incluido ese cantar de las distintas aves. Fue al abrirlos, cuando los mismos se encontraron con aquel misterioso faro que al fondo lucía, en una zona rocosa y que otras veces había visto pero muy a lo lejos. Entonces se debió alejar demasiado, pues nunca antes había estado tan ceca de esa zona.Le intrigó mucho estar tan cerca y no pudo evitar caminar un poco más, para ver si lograba verlo completo. Algo le invitaba a ir más allá, llevándola su curiosidad a encontrarse con aquel hermoso paisaje. Un pequeño y bonito faro, al parecer ahora abandonado, pues años atrás si recordaba de haber divisado su luz, pero el hecho de que su acceso estuviera cerrado con un candado, le hacía pensar eso. Al igual que la casita que había al lado, la cual no daba señales de que alguien la habitara, aunque no estuviera totalmente cerrada. Había también un pequeño camino empedrado, por el que se llegaba hasta ambos sitios, haciendo de aquel espacio, un lugar muy especial. Llevada por la curiosidad, comenzó a acercarse..., pero prefirió no continuar.Se percató de algo más que resaltaba esa cualidad, un pequeño bote anclado a la orilla y un precioso caballo negro azabache, pensándolo salvaje por la forma en que trotando salía de detrás de las rocas, tal vez al percatarse de la presencia de ella. Sin duda, había descubierto un hermoso lugar, mereciendo el caminar un tiempo más.Los dorados destellos que el brillo del sol dejaban al contacto con el mar, unido al delicado movimiento con el que las minúsculas olas movían la pequeña embarcación, es que no dudó en introducirse en la misma y gozar de ese delicioso balanceo con el precioso atardecer de frente. Se tumbó, y cómodamente se dejó llevar por la agradable sensación que la naturaleza le regalaba. Cerró sus ojos y con el placentero movimiento llegó a quedarse dormida, tanto que no se percató de la presencia de alguien. Un hombre de aspecto fuerte, atractivo..., con un halo de misterio que lo hacía muy interesante, quien la observaba callado, pero algo inquieto, pues no había pasado desapercibida para él, la presencia de aquella bonita mujer, de cabello oscuro, largo y fino..., que dormitaba en su pequeña barca, con aquel sencillo vestido blanco de escote amplio y con abertura en la parte delantera, con el que su dueña lucía sensual y hermosa, pues se lo había acomodado de tal manera, que dejaba al descubierto sus provocadores hombros, así como sus sugerentes piernas, arremangado a la altura de los muslos. Decidió dirigirse a ella, aún sintiendo despertarla..., también con algo de culpabilidad por haberla observado en silencio, quizás demasiado tiempo.Fue aquella bonita voz, pero contundente, la que la hizo despertar...- No debería de estar aquí...Ella abrió sus ojos algo sobresaltada, hasta que de pronto se encontró con aquella mirada, con aquellos ojos provenientes de aquel hombre, cuyo atractivo físico no la dejaba indiferente, a pesar de su barba y su melena, mucho menos aquella magia que lo envolvía. Confusa, es que se incorporó rápido, quedando sentada, llegando a decir...- Perdón, ¿quién es usted?, ¿cómo dice?, ¿acaso es suyo?...- Son muchas preguntas, ¿no cree?. Le digo que no es prudente que esté ahí... - le dijo mirándola fijamente y seguido, continuar su mirada hacia el intenso cielo -.- ¿Cómo...?. ¿Pero quién es usted... ?, ¿de donde ha salido? - le volvía a preguntar ella, quedando ensimismada, cuando escucha de él como un silbido y de pronto ve aparecer aquel bello animal -.- Eso no importa, solo hágame caso..., debería marcharse, no es bueno que siga ahí solo. Pronto el sol desaparecerá y se quedará sin luz suficiente para regresar - le siguió diciendo aquel misterioso hombre, mientras se montaba en el caballo y se marchaba por la orilla cabalgando a todo trote, desapareciendo sin más -.Ella no daba crédito a lo que acababa de suceder, tanto que aún adormecida, pensó que debía de tratarse de un pequeño sueño. Volvió a contemplar aquel bonito espectáculo, recostándose un poco más antes de marchar, pues aún quedaba tiempo...Sólo que ella, no pensaba que aquel placer volvería a relajarla tanto, cerrando sus ojos y quedándose nuevamente adormilada, sin percatarse de que las nubes comenzaban a aparecer, la brisa azotaba con más fuerza, así como el oleaje iba siendo mayor, hasta hacer que el anclaje se soltara, lo que provocó que la barca fuera adentrándose cada vez más en el mar.Fue en ese momento, en que ella notó algo raro, despertando. Cuando quiso reaccionar, las fuertes olas, no la dejaron, volteando el pequeño bote, quedando bajo el mismo. Como pudo se lo quitó de encima. Trató de nadar, hasta la orilla, pero las olas eran de tal altura, que era imposible, pues volvían a llevarla hacia dentro, a la vez que las mismas, les impedían nadar, golpeándola contra la barca.Desesperada, pidió auxilio sin resultado, viendo que su vida peligraba, pues no podía hacer nada..., a la vez que sus fuerzas se agotaban. De repente, el viento, se había puesto bravo, haciendo que el oleaje se enfureciera.A lo lejos, aunque ella no se había percatado, regresaba aquel hombre, a gran galope a lomos de su caballo, quien esperaba, que aquella joven le hubiera hecho caso, marchándose de allí. Lo cual comprobó instantes después, que no fue así, cuando llegando al lugar, se percató que no solo el bote era investido por las olas, sino alguien junto al mismo, también.- Dios mío... ¡no!.Diciendo esas tres palabras, es que se despojaba de sus botas y se introducía en el mar, nadando a contra corriente, pero sin parar de luchar contra el fuerte oleaje. Cuando iba llegando, pudo comprobar, como ella aún seguía intentando avanzar, pero no resistió más, cuando una fuerte ola la volvía a golpear, quedando sumergida. En ese instante, él se asustó, al dejar de verla sin saber cual era su estado, lo cual hizo que fuera mayor su coraje, logrando cogerla, tratando de salir cuanto antes de allí. Solo que no era fácil, pues aunque no se había alejado mucho de la orilla, era el fuerte oleaje, el que impedía llegar hasta la misma.Una vez fuera del agua, suavemente la tumbó sobre la arena, sin dejar de percatarse dentro de la grave situación, de la belleza de aquella mujer, toda mojada... donde los rayos de sol, apunto de desaparecer, brillaban dorados sobre su cuerpo y cuyo vestido empapado, dejaba trasparentar su femenina y atractiva figura. Rápido acercó su boca a la de ella y sus manos, con delicadeza colocaba en el lugar exacto, auxiliándola.Tras toser y expulsar el agua, es que ella volvía en si..., penetrando su mirada en la de él, quien le regalaba una bonita sonrisa, contento de verla con vida, pero volviendo de nuevo a mostrar su seriedad, cuando la notó temblar.- ¿Usted...? - comenzaba a decir ella, sin apenas fuerza, evitando él que siguiera hablando -.- Tranquila, todo está bien. Procure no hablar... - y diciéndole esto, es que ella volvía a cerrar sus ojos -.Él la cogió entre sus brazos y la llevó a prisa hacia el interior de la pequeña, pero, acogedora casa, al pie del viejo y bonito faro, el cual estaba siendo el único testigo de todo lo sucedido.Una vez dentro, la tumbó sobre la cama. Comenzó a hablarle tratando de que reaccionara y así poder quitarse su ropa mojada, pero él sabía que estaba agotada y que no iba a ser posible, por lo que tendría que hacerlo él, pues no había otra opción, ya que no podía meterla en la cama dejándola con aquella ropa mojada, ya que temblaba de frío, pudiendo pillar una pulmonía.Decidió usar una de sus camisas, que le cubriría lo necesario. Cuando comenzó a desnudarla, pudo percatarse una vez más de lo que le hacía sentir aquella mujer, sin apenas conocerla. Y no sólo era el deseo por su cuerpo... era algo más.A través del mojado vestido podía comprobar los bonitos senos, luciendo libres, sin nada más que los cubriese, así como sus sugerentes pezones, erectos por el frío. Sin demorarse, es que desabrochaba dicho vestido, dejando al descubierto la única prenda íntima que llevaba, la cual al ser de igual color, al estar mojada provocaba el mismo efecto transparente, haciendo que aquel hombre comenzara a sentirse demasiado atraído por aquella mujer. Cubrió su cuerpo con la camisa y una vez abrochada, es que deslizaba por las piernas, la única prenda que aún permanecía mojada en su zona más íntima. Todo aquello, había sucedido en nada de tiempo, pues lo había hecho delicadamente pero con rapidez y con el máximo respeto hacia aquella mujer, pero que antes sus ojos, había sido una gozada disfrutarla de forma pausada.Secando un poco el cabello de ella con una toalla, la introdujo en la cama y la arropó con una suave manta de temporada. Mientras él, se desprendía también de su empapada ropa, colocándose un pantalón negro y una camisa blanca, saliendo a buscar sus botas.Al volver dejaba caer al suelo las mismas, cuando vio que ella destemplada, entre pequeños quejidos, temblaba cada vez más. Sin dudarlo, se metió en la cama y acercándose a su cuerpo, es que trató de proporcionarle más calor.Así sucedió, ya que consiguió calmar su cuerpo. Sólo que ahora, ella se había quedado dormida, y al moverse, se había acomodado, girándose y acercándose más a él, colocándole a la vez su mano sobre el pecho a través de la abertura de su camisa, moviendo al mismo tiempo la manta, provocando con ello sin ser consciente, que su cuerpo quedara casi al descubierto, percatándose de nuevo él de la silueta de sus pechos y las piernas de ella, viendo como la atrevida camisa, con cada movimiento de aquella mujer, se subía hacia arriba, sin poder evitar pensar en ese momento atrás, cuando le quitaba la ropa.Aunque esa situación no le desagradaba para nada, todo lo contrario..., comenzaba a ser algo tormentosa para él, a la vez que le resultaba inquietante, pues no sabía cuanto más podría contener la reacción natural de su cuerpo como hombre, ya que aquella mujer provocaba e influía, cada vez más en él.Quiso retirarse, pero al moverse, ella lo hacía también, complicando más la situación, pues su postura cada vez, era más tentadora a los ojos de él. Así que decidió desatacar su camisa de pantalón para estar más cómo, cerrar los ojos y no pensar más, aunque resultaba complicado. Pero lo consiguió, pues al cabo de un rato, se quedaba dormido.Mientras, fuera de la casa, el atardecer le había dado paso al anochecer. Ambos permanecían dormidos, aunque sus cuerpos latían a un ritmo muy vivo. Pasada varias horas, ella comenzó a despertar..., encontrándose de frente con aquel guapo y atractivo rostro, con su bonita boca y una respiración intensa sintiéndola muy cerca, a la vez que el latido del pecho de él, le hizo percatarse donde se encontraba su mano izquierda.Permanecía inmóvil ante aquella agradable sensación, a pesar de no poder evitar sentir cierta incertidumbre, por verse allí así, sin saber cómo había sucedido esa parte, sin dejar de sentirse tan cómoda, a la vez sin saber por qué, pues no debería ser así.Lo observó durante unos minutos, dejándose embriagar por todo lo que le hacía sentir aquel cuerpo varonil. Pensaba levantarse, cuando en ese instante, al voltear de nuevo su cara hacia el rostro de él, se encontraba con su intensa mirada.Ambos cuerpos comenzaron a latir sobresaltados, excitados... y más lo hacían, cuanto más se alargaba el silencio entre ambos. Él decidió moverse para incorporarse y una vez separado de ella, ya fuera de la cama, poderle hablar. Pero ella lo impidió, introduciendo más aún su mano entre la camisa de él, haciéndolo estremecer al acariciar de esa manera su cuerpo. En ese momento, ella le preguntaba, desde que habían llegado a la orilla, que había sucedido... También, qué había pasado con su ropa.Volvió a mirarla, y sin poderse contener, es qué rozaba suave sus labios, acariciándolos dulcemente con los suyos, despacio..., mordisqueándolos tiernamente, volviéndolos a besar incesante, correspondiéndole ella de la misma manera, hasta ir encendiéndose cada vez más, a medio desvestir, haciéndolo cada un de sus movimientos, incitando a que sus bocas excitadas decidieran explorarse sin parar, llevando a sus cuerpos a estremecerse con provocadoras caricias, convirtiendo cada roce en placenteros movimientos orgásmicos, culminando en uno que lo era mucho más...Siendo el único testigo de ese amor, aquel viejo faro.Permanecieron abrazados en silencio durante un tiempo, solamente con la luz de la clara luna que se introducía por la ventana y el sonido del mar en la noche. Hasta que ella le agradeció por todo, a la vez que se disculpaba por su imprudencia, aunque no se arrepentía, preguntándole más cosas sobre lo sucedido y sobre la relación de él con aquel lugar.Se trataba de una propiedad que heredó de su familia, desde hacía muchos años. Tras permanecer en silencio entre caricias y besos, volvían a quedarse dormidos, hasta llegar la primera luz del día. Tras levantarse él, es que lo hacía ella también, pues sabía que en algún momento tenía que marchar, aunque no fuera lo que realmente deseara.Ninguno quería retener al otro, pero los dos deseaban que cada uno lo hiciera.- Tengo que salir, no se si cuando regrese estés aún aquí... Si no es así, cuídate - le decía él, poniéndose en cierta manera eso de escusa, doliéndole cada palabra pronunciada -.Esas palabras resonaron en la cabeza de ella, pero era la realidad... más cuando lo vio marchar sin mas. Cogió su ropa que ya estaba seca y se la puso, marchando de allí con gran desgarro por dentro.Se puso a caminar de vuelta, girándose de vez en cuando por si lo veía, pero nada. Mientras que él la observaba a lo lejos sin que ella se percatara, deseoso de que ella decidiera quedarse junto a él, pero ella siguió caminando.Al regresar él de nuevo a la casa, y ver la cama, haciéndole recordar todo lo vivido desde que la vio dormida en su pequeña barca, es que reaccionaba, no queriendo dejar pasar esa oportunidad... sin al menos intentarlo. Así que montó en su caballo, decidido a pedirle que se quedara junto a él para siempre.Ella caminaba y a medida que avanzaba su tristeza era mayor, decidiendo volver hasta donde él, y pedirle hablar tranquilamente de todo lo sucedido y lo importante que ahora era para ella. Echó a correr, acelerándose su corazón cuando lo divisó a lo lejos cabalgando. Una vez volvían a encontrarse él le decía:- Aun sin saber tu nombre, ni nada sobre ti, siento que lo sucedido no ha unido para siempre.- Así es... y contigo por siempre quiero estar.Y tras abrazarse, regresaron hasta aquel lugar, ahora más especial para ambos, montados en el bonito caballo, siendo de nuevo el único testigo de su amor, aquel viejo faro.(24/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Voy a tenerte que contar más cortito y de otra manera, pues al terminar, a penas contigo puedo hablar, solo me apetece compartir nuestro sofá...jaja.Decirte, que ahí sigo disfrutando de nuevo mucho con Luis Fernando, y tu estupenda interpretación, con ese lindo personaje, con el que ya desplegabas tu talento con mucho poderío. Además de provocar ya con tus expresiones y gestos, con esos rasgos tan lindos.Espero te guste. Te quiero, llevándote muy adentro. Cuídate, ¿si?.Un abrazo intenso y largo. Buenas noches.Atardecer 24/01/2018. |
ANHELÓ AQUEL MOMENTO...Lo echaba mucho de menos, aún sabiendo, que en unas horas ya estaría de regreso. Pero deseaba saber de él, de que le contara sobre lo nuevo que había realizado respecto a sus proyectos.Había estado viendo algunos capítulos de uno de sus trabajos, pues verlo interpretar era algo, que además de gustarle, lo disfrutaba mucho. Pero no dejaba de pensarle y de extrañarle, así que decidió coger una pequeña caja que hacía algún tiempo no abría, donde tenía algunos de los escritos que había redactado años atrás, de algunos viajes realizados.Al destaparla, lo primero con lo que se encontró, fue con aquellas lindas fotografías que tanto le gustaban, desde que sus ojos las observaran por primera vez.Aún recordaba cuánto anheló aquel momento...Sucedió años antes de conocerle. Se encontraba de viaje por allá. Caminaba tranquilamente por ese lugar apreciando cada detalle, mientras se dirigía a aquel restaurante que le habían recomendado, donde degustaría algunos de sus exquisito platos.Ya estaba llegando cuando su teléfono móvil sonó. Así que se dispuso a cogerlo del bolso y comprobó de que se trataba de un mensaje. Lo leyó, contestó y lo guardó. Y justo cuando levantaba la mirada para continuar hacia donde se dirigía, es que se encontraba de frente con aquel bonito momento, que sin saber por qué, anheló.Anhelaba estar ahí, junto a ese atractivo hombre compartiendo esa charla que mantenía con aquel lindo pequeño. Anhelaba estar cerca de ese interesante hombre que no conocía y que tanto le transmitía a través de su aspecto, de la simpática conversación que debía estar teniendo, de su bella sonrisa, la cual apreciaba desde la distancia.Avanzó un poco más, queriendo formar parte de aquel instante. De poder disfrutar algo más cerca, de aquella esencia y aquella magia que en él percibía. De escuchar su voz, de observar sus rasgos más de cerca. Con ganas de reír con ellos. Con deseo de poder formar parte de ese lindo momento.No quería hacerlo, pero tampoco lo quiso evitar... Plasmar aquella bonita postal, aquel anhelado momento. Así que volvía a sacar su móvil, y con algo de remordimiento es que capturaba, más que unas fotografías, para ella... un cúmulo de emociones y sentimientos, que ese hombre le había provocado por dentro.Recuerda que se quedó paralizada, estando ya bastante cerca del primer peldaño de la escalera, mientras disimuladamente lo observaba. No pudo dejar de sonreír tras escucharle hablar con aquel dicharachero pequeñajo. A la vez que lo veía tan fuerte, tan guapo, luciendo tan informal pero a la vez tan elegante.Elegancia que emitía desde dentro, simplemente con aquel gesto, con hablar con aquel niño en plena calle. Eso era lo que le había cautivado desde que lo vio allí, por eso anheló aquel momento con aquel hombre.Minutos después, es que se despedía del muchacho y descendía por las escaleras, hasta que al llegar al penúltimo escalón, se paró, fijando su mirada en ella.Ella se la mantuvo hasta que él, tras unos largos e intensos segundos, continuaba con su camino. No se podía olvidar de aquel hombre, ni de aquel momento, durante todo el tiempo que siguió visitando la ciudad.Años después el destino quiso que se volvieran a encontrar... y esa vez, no se quedó en unas fotografías. Vivieron su momento...Con esos pensamientos, es que reaccionó al escuchar el ruido de un coche. No podía esperar, pues le extrañaba demasiado. Así que salió al porche y tras como él bajó del vehículo, salió corriendo abrazándose ambos fuerte e intensamente. Percatándose al rato, que aun llevaba la fotografía en su mano, es que él al verla, le sonrió, abrazándola con más efusión.(25/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Quise contarte más corto, para luego hablarte largo...Pero hoy va a ser complicado..., pues las palabras se quedaron atrapadas en el relato.Presiento, que puedes imaginar lo que ahora mismo siento, ¿cierto?.Te quiero y te echo de menos. Un beso. Buenas noches.PD: Guardo dos fotografías más de ese momento, que son justo cuando el pequeño y tu estáis hablando directamente los dos y que bonito me resulta.Atardecer 25/01/2018.
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SU SONRISA... Y SU OCULTA TIMIDEZ.Llevaba un par de meses en aquella ciudad, de los doce que debería estar, debido al cambio de destino que tuvo que aceptar, hasta que varias de las sucursales que la empresa para la que trabajaba había instalado, quedaran totalmente organizadas allá.En ese día, a final la tarde se le había complicado en el trabajo, no sólo porque algunos trámites se habían demorado hasta llegar la documentación a sus manos, sino porque además había tenido que salir en varias ocasiones a concretar algunas cosas personalmente en las distintas oficinas. De ahí que ese día optara por ir en taxi hasta el trabajo, pidiéndose otro a la vuelta.El tráfico, como siempre a esas horas era agotador. A pesar de la conversación que el taxista le iba dando, su cabeza no dejaba de pensar en lo que aún tenía pendiente para el día siguiente. Esperaban en un semáforo, cuando la cartelera en la fachada del cine, que se encontraba justo al lado de donde estaban parados, desvió su atención. Un titulo divertido le hizo sonreír. Miró su reloj. Sus ganas de desconectar y pasar un rato riendo hicieron el resto, así que a mitad de camino de su casa, es que le decía al taxista que se quedaba allí y dándole el importe, es que salía rápido pues ya volvía a circular el tráfico.En la taquilla volvía a mirar la hora, y pasaban un par de minutos del inicio, pero andaría aún la publicidad, pensó. Tras adquirir la entrada, se fue hasta la zona de las palomitas, que aunque no siempre solía comprarlas, ese día tenía que hacerlo pues el hambre se hacía sentir. Aunque le atendieron deprisa, unos cincos minutos ya habían vuelto a pasar. Así que con sus palomitas y una botella de agua es que corría hasta la sala correspondiente.Iba algo apurada, pues no le gustaba llegar tarde al cine tampoco, pero aquel día era excepcional. Justo cuando entraba, las luces se apagaban para iniciar la película y ella con las manos ocupadas, sintiendo como un calor se agolpaba en su rostro. Rezó para que apareciera un acomodador, pero era inútil pensarlo siquiera. Como pudo sacó el teléfono móvil, y comenzó a subir por la estrecha escalera, dispuesta a buscar su sitio y esperando no molestar mucho. Dio con la fila enseguida, y agradecía que su asiento fuera el segundo cerca del pasillo, así que solo tenía que molestar a la persona que había justo en el primer lugar de esa línea.Muy bajito le pedía por favor que le dejara pasar, deseando sentarse cuanto antes para no molestar más. Pero cuando se iba acomodar, entre la impaciencia que llevaba y la luz del móvil aún encendida que llegó a iluminar mínimamente el guapo rostro que a su lado la miraba mientras se volvía a sentar, es que no pudo evitar que volcara el paquete de palomitas, sobre las piernas de aquel hombre.Un pequeño gemido apenas le salió de su boca, la cual se tapaba al ver la que estaba liando, mientras la película ya había comenzado. Muy apurada, le pedía disculpas, mientras se disponía rápido a retirar las palomitas derramadas y su recipiente con algunas aún dentro. En su empeño de terminar con aquel incidente enseguida, no era consciente de lo que hacía, hasta que al instante se percató de donde se encontraban las mismas y también de que aquel hombre silenciosamente se partía de la risa, aprovechando uno de los momentos graciosos de la apenas comenzada película, para dejar salir su sonora carcajada, pues ambos sabían hasta donde habían llegado las palomitas y las manos de ella tras las mismas.Muerta de la vergüenza, se desvió sin más, apoyando su espalda en su asiento, mirando hacia la pantalla y abriendo la botella de agua, es que bebía como queriendo no pensar. Pero no podía dejar de hacerlo, no podía dejar de pensar en los ojos y la sonrisa de quien tenía justo a su lado. Y de aquel roce, al querer retirar las palomitas derramadas, tampoco se podía olvidar, esa era la verdad. Habían pasado unos minutos nada más, pero le parecieron una eternidad.Tras beber, colocaba la botella en su espacio y su móvil dentro del bolso, y acomodándose, trataba de concentrarse en la película, y olvidarse de todo, incluso de donde se encontraba el recipiente con el resto de palomitas. Y no porque las necesitara, pues su hambre ya se había ido, sino porque temía que aquel hombre anduviera aún cargando con él.Disimuladamente, trató de mirar hacia su lado, aprovechando la oscuridad. Pero de nada sirvió, porque allí estaba aquel hombre con su intensa mirada y su linda sonrisa, las cuales podía ver a través del resplandor que emitía la proyección de las imágenes. Al percatarse de lo apurada que estaba ella, es que se acercaba diciéndole:- No te preocupes, no ha sido nada. Ya me he desprendido de las palomitas y tienes suerte porque aún hay algunas en el paquete.Mirándolo tan chistoso, mientras él cogía un puñado y se las comía, invitándola a que hiciera lo mismo, tratando de que se relajara, es que ella no pudo evitar reírse tratando de no hacer ruido.- Disculpa, pues aún te tengo ahí con esto ocupado. Lo siento.Y tras compartir las pocas palomitas que habían quedado, con algún espontáneo roce que otro al chocar sus dedos al cogerlas, y alguna que otra mirada de complicidad, es que él dejaba el recipiente en el suelo y la animaba a que disfrutara con tranquilidad de la divertida película.Y entre risas y carcajadas, es que se divertían, compartiendo pequeñas impresiones y aclaraciones que a ambos le surgían. Cuando terminó la película, se levantaron y juntos salían de la sala riendo e intercambiando aún opiniones.Una vez fuera en la calle, ambos se miraron fijamente y sin saber como despedirse. Ella pensó en coger uno de los taxis que estaban justo en esa misma calle unos metros más adelante cuando él se adelantaba en decir:- Si quieres, dime a dónde te acompaño. No se como has venido, si en coche o...- No, en taxi... Pensaba coger uno a la vuelta, gracias.- Ah... ¿Te apetece pasear un rato?.Y aceptando la invitación, es que ambos continuaron caminando, a principio en silencio, hasta que retomaron la entretenida charla, manteniendo una interesante conversación conociendo él uno del otro, sin que faltara las risas y el humor.No quería saber que hora era, pues estaba tan a gusto con él, que no le apetecía dejar de estar con su agradable compañía. Habían seguido andando, aunque tan absorta estaba en la conversación, que no se había percatado de hasta donde él la había llevado. Habían llegado hasta aquellas bonitas vistas.En ese momento, es que ella no se pudo contener. Dejándose llevar por lo que aquel guapo hombre le transmitía, más ahora, que conocía de él un poco más, es que le pedía que posara para ella, pues quería plasmar lo disfrutado en aquella noche con una linda fotografía.Le encantó la reacción de él, pues además de su bella sonrisa... pudo percibir cierta timidez que sabía ocultar muy bien. Se daba cuenta mientras le enfocaba con la cámara de su móvil, así tan lindo sonriente, pero algo tímido también mientras ella le hacía sentir protagonista, sin dejarle de mirar más atrevida que al principio, aunque algo nerviosa, bien lo sabía ella, pues hasta la foto le había salido algo borrosa, pero resultando preciosa con esa tímida sonrisa en él.Y entre bromas, es que se acercaban a la barandilla donde siguieron hablando un poco más y donde su risa volvía a surgir, dejando ese brillo en su guapo rostro, contagiándola con su magia y su encantadora forma de ser.Ambos se giraron y apoyando sus brazos sobre el hierro, es que se miraron en silencio. Miradas que se intensificaban con cada segundo que pasaba, haciendo que fuera más difícil aún despedirse. Y los dos sabía que ese momento no lo podrían demorar mucho más.Desviaron sus miradas, posando sus ojos hacia el frente, contemplando los dos a la vez, las luces de los altos edificios, así como los reflejos que dejaban otras en el agua del rio. Sin dejar de observar hacia esa dirección, él acercó su mano hasta la de ella, entrelazando sus dedos meñiques. Al cabo de unos minutos, sus miradas se encontraban, de otra manera, con mucha más intensidad.En el tiempo que llevaban allí se había notado la brisa algo más fresca, debido también a la cercanía del río. Él notó que ella se estremecía. Acercándose a ella es que delicadamente la cubría con sus fornidos y cálidos brazos por detrás, estremeciéndose aún más, aunque ella bien sabía que no era por el frescor de la brisa.En ese agradable estado estuvieron unos minutos más, entre sus respiración y sus intensos latidos. Ella no pudo evitar suspirar... de satisfacción, suspiro que los devolvía de nuevo a la realidad.- ¿Tienes que marchar, verdad?.- Aunque no me apetezca, si... debo hacerlo.La estrechó con más fuerza, abrazándose a ella aun más desde atrás, a la vez que sacaba su teléfono móvil para avisar a un taxi. Mientras esperaban, continuaron en esa posición, con sus brazos entrelazados, observando el reflejo de las luces, sintiendo el calor y la intensidad de sus cuerpos.Llegó el taxi y ambos se montaron en la parte de atrás. Aunque vivían en zonas distintas, los dos tenían que ir hasta el otro lado del rio. La dejaría en su casa y después el continuaría hasta la suya.Iban llegando, y los dos sabían que aún no querían despedirse, por eso cuando divisó la grande noria al fondo tras los grandes edificios, la misma que habían observado juntos al otro lado del rio, es que él con una seductora sonrisa le decía:- ¿Aceptas montarte conmigo en la noria?.Ella no pudo negarse a tal emocionante invitación, que no se esperaba. Y como se alegró de haberla aceptado, pues fue una experiencia inolvidable, compartiendo las preciosas vistas, uno frente al otro, con sus manos entrelazadas y sus cuerpos tan cercanos, que no impidió que sus labios se rozaran suave, justo cuando se encontraban en lo más alto.Y con esa hermosa sensación se bajaron, caminando en dirección al taxi que aún les esperaba a petición de él. En diez minutos, estaban en la dirección de ella. Él amablemente la acompañó hasta la puerta. Y sin decirse nada más, ambos se daban un fuerte abrazo a la vez que ella le susurraba un gracias al oído.Tras soltarse, el se volteaba hacia el taxi haciéndola reír de nuevo con otra broma, pues, de no ser así, se quedaría allí junto a ella para siempre. A la vez que no quería hacer nada que ella no quisiera. Justo cuando iba a entrar al taxi, ella lo llamó... y girándose, de nuevo sus miradas se cruzaban. Ella se acercó y le entregó una pequeña tarjeta. El sin llegar a verla, intuyo lo que era. Y con esa sonrisa tímida con la que momentos antes había posado para ella, se reflejaba de nuevo en su cara, mientras entrelazaba sus manos junto a la de ellas, tirándole un beso al aire cuando ella se alejaba sin dejar de mirarlo.Una vez ella había entrado en su casa, es que él le pedía al taxista que ya podían marchar. En el trayecto, que era de unos quince minutos más, es que cogía su móvil y escribía un mensaje:"Gracias por haber derramado tus palomitas sobre mí... Ha sido un placer coincidir contigo. Gracias, por permitir que podamos seguir conociéndonos. Buenas noches".Ella al escuchar el mensaje en su móvil su cara se iluminó, pues ya sabía de quien era ese mensaje que le acababa de llegar."Gracias a ti, por hacer que las palomitas dieran tanto de si..., pudiendo disfrutar de instantes tan lindos. Buenas noches"(26/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Fue un placer conocerte, coincidir contigo. Gracias por tu bella sonrisa con la que me haces disfrutar cada día, así como por tu excelente trayectoria, siendo un deleite poder apreciar tu calidad actoral con cada uno de tus personajes.Te quiero. Un beso. Buenas noches.PD: Lo pasé genial..., mientras lo escribía para ti, mientras lo sentía así tal cual. Lo cual hizo que me demorara un poquito de más. Lo siento, pero lo mereció, pues lo disfruté mucho. Espero tu también.Atardecer 26/01/2018.
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ATRAIDA POR SU CALIDAD Y SU BELLEZA.No podía creer lo que estaba escuchando. No podía aceptarlo, él no podía renunciar a su trabajo. Lo tenía frente a ella y no podía dejar de admirarlo. Desde el primer día que lo vio quedó atrapada por su comportamiento como persona, por el profesional que era y por ese atractivo que poseía. Se sentía atraída por su calidad y su belleza, de eso no tenía duda. Siempre fue así. Y ahora que lo tenía tan cerca, es que a penas podía contenerse. Deseaba expresarle, pero no podía... el silencio les invadía.Las palabras de él aún resonaban en su cabeza, mientras ella recordaba como fue que lo conoció años atrás y cómo es que comenzó a trabajar con ella. Fue a través de su padrino. En principio trabajaba para él, como asesor suyo, además de ser su abogado. A la vez se había convertido casi en su guardaespaldas por decisión propia, pues estaba muy agradecido con él y siempre iba acompañándolo, también por el cargo que poseía.Tras jubilarse, no quería que se alejara de su entorno. Sabia que no tendría problemas en continuar con su trabajo, pero era muy bueno en su profesión, además de un gran ser humano, de ahí que le hablara de ella, que en unos meses regresaba, no a ocupar su puesto pues era algo con lo que ella no había querido continuar, pero si como directora de una de las compañías de su propiedad.Habían pasado unos minutos y seguían callados. El no respondía, ella no seguía preguntándole, solo le observaba y seguía recordando desde que comenzaron a trabajar juntos.Su padrino pensó que ella necesitaría en su momento tanto un asesor como un abogado, y de no ser así, igual le hubiera insistido pues le tenía tal aprecio a aquel hombre, que ahora ella llegaba a pensar que igual hasta él se vio obligado a aceptar ese nuevo trabajo por no defraudar a su padrino, más que porque él realmente quisiera continuar con ello.Quería dejar de pensar y reaccionar. Centrarse en lo que estaba pasando. Hacia un momento se encontraban los dos en el despacho, tras haber estado en una reunión con varios compañeros, intercambiando propuestas y habiendo celebrando con unos aperitivos por un buen negocio concluido. Ella le había comentado de lo serio que lo había visto todo el tiempo que duró el evento, cuando tenía mucho que celebrar por su buen trabajo. Fue en ese momento, cuando él diciéndole que no tenia motivos para estar contento, es que cogió su chaqueta y se marchó a toda prisa.Ella lo había seguido hasta el coche, y justo cuando estaba arrancando es que le exigía que parara y se metía dentro del mismo.- ¿Se puede saber qué te pasa...?.- A partir de hoy renuncio a mi trabajo.- ¿Cómo...?.- Lo que estás escuchando y no me voy a echar para atrás. Te puedo recomendar a grandes profesionales que conozco y con los que se no tendrás problemas.- Pero no quiero a nadie más, te quiero a ti.La fija mirada que recibió en ese momento por parte de él, la dejó sin palabras. Pero el volvía a desviar su fría mirada hacia el vacío, insistiendo en querer irse.- Lo siento. Ahora necesito marcharme. Por favor, baja.No, no podía creer lo que estaba escuchando. Él no podía renunciar a su trabajo. No le podía hacer eso, no... él no se podía marchar.A la vez, no podía dejar de admirar ese carácter suyo, esa seguridad que le caracterizaba. Estaba cabreada por su actitud, pero no podía dejar de apreciarlo. Además de que no pasaba inadvertido para ella su bello rostro. Cada rasgo suyo, le hacía a ella más insegura pues no sabía cuánto más podría aguantar sin hacer lo que realmente deseaba, tambaleándose su interior, a pesar de la fortaleza que estaba sacando en aquellos momentos.- Por favor, vamos a algún lugar apartado, donde podamos hablar tranquilos.- No voy a ir a ningún sitio contigo. Ya te he dicho que no hay nada más que hablar. Bájate, ¿si?.- No, no me voy a bajar. Y te exijo, que hagas lo que te pido, pues aún trabajas para mí.A él le sorprendieron aquellas palabras. Ella lo notó y le pedía disculpas por la forma en que se había expresado. Pero él sin mirarla, cerró un segundo los ojos, apretó sus labios y tensaba su mandíbula. Seguido volvía a arrancar y acelerando, salía con ella de allí.Condujo en silencio durante unos veinte minutos, hasta llegar a las afueras de la ciudad. Ninguno de los dos, había cruzado palabra. Ella no había dejado de mirarlo, y él a cada instante había sido consciente de ello, haciéndole más difícil la situación sin ella saberlo.Y ahora se encontraban allí, los dos solos, alejados del mundanal ruido, en una zona alta, donde se visualizaba a lo lejos toda la ciudad.- ¿Me puedes decir que ha sucedido para que tomes esa decisión?.- Que ya no aguanto más...- ¿Qué es lo que no aguantas más...?. Que yo sepa nunca he tenido ningún comportamiento mal contigo, siempre he tratado de que te sintieras cómodo en el trabajo, que tuvieras total libertad para hacer y decidir. En ningún momento te he obligado a nada que no quisieras ha...- No se trata de eso. Simplemente necesito cambiar...- Pero, ¿por qué?.- Porque necesito alejarme.- ¿Alejarte... ?.- Si alejarme... y en este tiempo en cierta manera no he querido evitarlo, no he podido. Tu además insistes en que te acompañe en las reuniones, en las juntas, en cualquier evento que se preste... pero ya no puedo más. Cada vez me cuesta más.- Te lo pedía, porque pensé que por tu trabajo como asesor debías estar ahí, para facilitarte el trabajo, que supieras de primera mano todo lo que sucedía... y no que yo te tuviera que contar, que resultaría mejor para ti. Pero nunca me dijiste nada, no sabía que te molestara. Está bien, yo respeto tu decisión y puedes limitarte solo a...- Por favor, ya... no hagas más difícil esto. ¿No entiendes, verdad?.- ¿Qué tengo que entender, según tu?.- Será mejor que regresemos...- ¿Vas a seguir huyendo?.- ¿Es que no te das cuenta que ya no puedo seguir trabajando a tu lado?. No puedo, porque ya me están afectando otras cosas para seguir ejerciendo como debo y tu me sigues reteniendo...Ella lo escuchaba y no sabía qué hacer. Le dolía todo aquello. No quería prescindir de su calidad profesional, pero tampoco quería más dejar de expresar y demostrar lo que sentía. Por eso se había estado contendiendo en todo ese tiempo, tratando de ser lo mas prudente que le había sido posible, pero también por eso había querido que estuvieran el máximo de tiempo juntos. Pero ahora lo oía decir aquello...- ¿Y tú... te has dado cuenta por qué lo he estado haciendo?. Dime, ¿lo sabes?. ¡Mírame cuando te hablo, maldita sea!.El seguía sin contestarle, y sin mirarle. Ella, mientras más lo observaba, más se excitaba al pensar en lo que el podía estar sintiendo.- Será mejor que terminemos con esta conversación. Me quedaré unos días hasta que consigas a alguien que siga con mi trabajo.Ella se acerco más a él. Podía notar su respiración cada vez más agitada, tragar saliva cada vez que pronunciaba una nueva palabra. Mientras más lo observaba, más interesante le resultaba. Sin pensarlo más, besó la comisura de sus labios y se quedó ahí, junto a su mejilla, oliendo el agradable aroma de su piel, rozando su mejilla contra la de él, sintiendo su respiración cada vez más agitada.Se apartó mínimamente, lo justo para mirar sus ojos. Pero él continuaba mirando al vacío, apartando la mirada, sin querer enfrentarse a la de ella. Pero su respiración y sus latidos no podían decir lo mismo, esos correspondían a los suyos. Lo conocía y no haría nada que pudiera molestarla, nada con lo que él creyera que pudiera faltar.Vio como se disponía a coger el cinturón de seguridad. En ese momento es que ella, se giraba e incorporándose se sentaba a ahorcadas sobre él, sin darle opción a nada más que a mirarla...- ¿Pero... ?.- Chisst...- No me hagas esto, no quisiera fallarle también a él...- Deja de decir más nada. Te aseguro que a mi no me has fallado ni lo harás. A mi padrino solo si no obedeces a su ahijada.Y tras decir eso no lo dejó decir nada más, pues entretuvo su boca con el suave roce de la suya y de sus dedos. Beso sus parpados, acarició su nariz con la de ella. A la vez que notó como él desplazaba el asiento unos centímetros hacia atrás, pues ya le faltaba espacio. Ella deslizó sus labios por su mejilla hasta descansar en su suave cuello, y ahí volvía a quedarse parada, sintiendo su pulso latir, su respiración fatigada y su miembro erecto... a la vez que comenzaba a notar sus fornidas manos deslizarse por su espalda, lo cual la hizo estremecerse y removerse más aún contra él.Volvía a su boca, y ahí ya no tuvo escapatoria, porque la estaba esperando ansiosa la de él, encontrándose a la vez con su intensa mirada. Ambos se dejaron llevar por la admiración y la pasión que cada uno sentía por el otro desde hacía mucho tiempo y que hasta ahora ninguno se atrevió a demostrar.(27/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Cada vez me quedo con menos tiempo y menos palabras cada vez que te cuento.Te quiero, llevándote muy adentro. Bella imagen, guapo. Y con ella bastante me demoré.Atardecer 27/01/2018.
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DE CORAZÓN A CORAZÓN.Se encontraba más sensible de lo que le hubiera gustado, pues eso significaba, que le afectaba bastante más lo mucho que le extrañaba. Había pasado un buen tiempo viéndolo interpretar, apreciando su profesionalidad y su dedicación en cada escena. Así como el talento transmitido en cada gesto y expresión.Y ahora llegaba ese momento a solas con él, con su pensamiento, con sus recuerdos. Especialmente emocionada, lo echaba de menos. Necesitaba estar a su lado, contarle y que le contara.Pero precisaba estar con él, conectada a su interior, con ese él suyo oculto, solo conocido por él. Hablarle, de corazón a corazón.Cada vez más emocionada, sin poder evitar unas lágrimas, aumentaba su añoranza. Buscó entre sus fotografías, para encontrarse con su entusiasmo y su sonrisa, que para ella tiene tanto valor.Quería calmar aquel dolor que la distancia física le producía, por eso le pensó allí. Con su carisma, con su mirada. Con aquella sonrisa mientras le hablaba. Riendo cuando atrevidamente ella le preguntaba.Impregnarse de ese bálsamo que era charlar abiertamente con él. Contándose el uno al otro, cosas que nunca antes habían contado a nadie. Sacando cada uno, esa parte de si mismo, que estaban descubriendo al encontrarse juntos. Como admiradora y como actor, como mujer y como hombre, como amiga y como amigo, de corazón a corazón.Y sentir el abrazo entrañable de ambos, apretado y largo..., junto al suave roce de sus mejillas y sus labios.(28/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.En momentos, contarte o hablarte, es lo mismo... ¿cierto?.A las palabras, le costaban salir de la emoción... Bonito y profundo lo sentido.Hoy extrañándote, hasta doler. Te quiero.PD: Me disculpo de nuevo, por esas comas, letras, tildes o palabras, que pueda haber de más o de menos. Pero voy escribiendo sobre la marcha, a según voy creando la historia o relato, en mi mente. Y aunque a veces me percato de algún error y lo corrijo en el momento, otras veces con las prisas se me pasa. No voy con tiempo para poder repasarlo entero en ese momento que termino, pues ya se me hace tarde. Después de verte interpretar, (que hay día que me cuesta dejar y sigo un poco más), es que me pongo a escribirte y contarte. Hay veces que me pongo con tiempo, pero éste vuela cuando se trata de escribir a la vez que vas pensando. Me lleva horas, aún yendo rápido, de ahí que a veces haya alguna faltita. Más, si me demoro más de la cuenta en observar la imagen elegida, pues mientras voy formando la historia necesito mirarla aunque sea a ratitos...unas veces más que otras...ja. Además del que empleo previamente en encontrar la imagen precisa y colocar todo el entorno. Otras veces, como hoy, que aunque el texto es más corto, las emociones son las que impiden escribir más rápido, mientras el tiempo sigue corriendo...Te comento esto, por esas veces que te digo que voy ya sin tiempo o de esos errores que por falta del mismo cometo y que luego no puedo parar a ver para corregir en el momento. Y lo siento. Pero lo compensa, la emoción de escribirte en el instante.Atardecer 28/01/2018.
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SIN PODER RESISTIRSE A SU ATRACTIVO Y SIMPATÍA.Seguía sentada en la butaca que había en el porche, mientras la tarde iba oscureciendo y observaba las primeras estrellas que iban apareciendo. No podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar, en lo que sentía y en las palabras de él. Le invadía la confusión. Su interior estaba alborotado, su mente algo asustada y su corazón triste desde que hacía una hora vio como se marchó.No pudo evitar recordar aquel primer día en que lo conoció. La simpática cara que tenía cuando la observaba tratando de alcanzar a un ternero a penas recién nacido que no se dejaba acariciar.Allí estaba junto a su particular camioneta, con aquel sombrero, sonriente y tan atractivo. Y aquella mueca, entre prudente, por no reírse de la simpática situación que ella estaba provocando y de duda al ver las pocas posibilidades de que ella consiguiera lo que quería, de la forma en que lo estaba haciendo.Ella sonreía, sin poder evitar que los ojos se le nublaran de la emoción, cuando recordaba ese lindo momento en que acercándose a ella, le enseñaba como tenía que hacerlo, consiguiendo que el ternero se acercara a ella, y cogiéndole sus manos es que le indicaba como acariciarlo para que no se espantara.Aquel día ella acababa de llegar a la hacienda, una propiedad heredada hacía un par de años, de un pariente lejano suyo que no había tenido descendencia, pero que a ella la había querido como a una hija. En todo ese tiempo ella no había ido por allí, hasta ese verano en que decidió pasar las vacaciones y tomarse un par de meses más, para ver conocer la propiedad, ver como estaba todo por allá y organizar lo que hiciera falta, ya que podría compaginar durante ese tiempo, su trabajo desde allí.Ella sabía que por lo general todo iba bien, por lo que le había informado su administrador las veces que había ido hasta allá, pues el capataz que tenía contratado su tío desde hacía años, continuaba, pues por él sabía que era de su total confianza aunque ella no lo conocía personalmente. De hecho, la casa que había cerca de la hacienda, que era donde él se quedaba, se la había dejado su tío a él en propiedad, junto al pequeño terreno colindante, por el agradecimiento y el cariño que le tenía.Y justo ahí se encontraba ella en ese momento, en que poco antes habían estado los dos charlando mientras veían el atardecer y donde, tras ella comentarle que en un par de dias, regresaría a la ciudad, de un momento a otro todo cambió. Su cuerpo aún vibraba tras aquel beso apasionado, recibido por él mientras le hacía aquella declaración.Era algo que no se esperaba, aunque eso no quería decir que no le gustara. De ahí su confusión, y el no haberle podido dar una respuesta, viendo como tras su silencio él se marchaba de allí.Y ahí seguía observando el cielo cada vez más estrellado, echándole de menos, sin saber a donde se habría ido. Confundida por lo inesperado de la situación, asustada porque eso lindo que habían vivido se estropeara y con dolor, por no haberlo retenido, a pesar de lo que ella también sentía.Ese próximo domingo era cuando tenia previsto marchar. Era cierto que en ese tiempo lo había pasado genial junto a aquel hombre que le había hecho sentir tan lindo desde el principio. Siempre atento y respetuoso, con el que había compartido tantos bonitos momentos y con el que había aprendido tanto. Desde ordeñar a las vacas, hasta montar a caballo. Aprender a conducir el tractor y disfrutar de la belleza de tantos momentos sencillos. Sus risas y sus abrazos espontáneos. Sus roces y caricias, mientras la enseñaba o por el simple hecho de mimarla.Los desayunos juntos, las ricas tostadas que él le preparaba. Las puestas de sol compartidas y las noches desveladas entre miradas y risas. Las flores silvestres que a veces le traía, mientras le agradecía a ella por haber llegado y cambiado el curso de sus días.Era como si todos los momentos vividos en aquellos tres meses le llegaran de golpe. También esos últimos, donde tras besarla y abrazarla, si esperarlo, ella le correspondió... si, y cuando la confusión y el miedo la dejó en silencio, cuando el le pedía que se quedara y vivieran juntos.Se dirigió hasta la hacienda. Y allí sin ganas de cenar, se fue hasta su habitación y se tumbó en la cama. A penas pudo dormir. Al día siguiente, al amanecer fue hasta la pequeña casa de él, pero no estaba. No había pasado la noche allí, pues todo estaba igual.En todo el sábado lo llegó a ver, aunque si que había atendido a su trabajo, pues una de las veces que fue a buscarlo se percató de ello. Pero no coincidió con él. Lo extrañaba cada vez más, a medida que se percataba de cuanto lo necesitaba. Había estado un día sin verlo y lo echaba tanto de menos, desde que lo hubiera visto alejarse el día antes.Y llegó la noche y seguía sin saber de él. No quería molestarle, más sin saber lo que iba a hacer, aunque bien sabia que si no se quedaba era en contra de lo que le dictaba el corazón. A la mañana siguiente, es cuando tenía previsto marchar y el seguía sin llegar.El domingo al amanecer volvía a ir y nada, no estaba. Se olvidó de marchar, y cabalgó durante un largo rato por si lo veía, pero no se apareció en todo el día del domingo. Ya la confusión había dado paso a la desesperación de no verlo. Y entrada la tarde, vio desde la ventana de su habitación como se acercaba por el camino su camioneta, dejando una polvareda que se difuminaba entre los rayos de sol del bonito atardecer que comenzaba a aparecer.Había llegado por fin, y lo había hecho cuando ya la creía bien lejos. Salió de la hacienda y se dirigió hacia la casa de él, dispuesta a más de lo que ella incluso pensaba. Llamó y al abrirle la puerta, ambos se quedaron mirándose fijamente.El la observaba con ojos penetrantes, mientras sus piernas comenzaban a temblar, pues se estaba percatando de lo que el le provocaba. Miraba su atractivo rostro y a la vez la imagen al conocerlo la primera vez, aquella sonrisa pícara, con la que ella bien sabía que desde el primer día la atrapó.- ¿Qué haces aquí?. Creí que te ibas hoy en la mañana.- ¿Se puede saber dónde has estado todo este tiempo?.- Aún no me has contestado.- Estaba preocupada por ti, ¿no lo entiendes?.- Sinceramente, no... Pero no creo que ese haya sido el motivo por el qué aun no te has ido, ¿verdad?. ¿O acaso tengo que sentirme culpable de que aún estés aquí?.- Estás siendo injusto... Veo que no ha sido buena idea venir, ni quedarme.- Espera...- No quiero molestarte más.- Discúlpame... pero entiéndeme tu a mi. No pude quedarme todo este tiempo aquí después de lo que te hablé y ver como te ibas. Lo siento, pues igual por primera vez no fui correcto contigo... pero no es fácil para mí.- No, no has dejado de ser correcto. Puedo comprenderte. Pero tampoco es sencillo para mí. Tus palabras me quedaron...- Paralizada... Sin embargo no puedes decir lo mismo del beso y el abrazo. Ni de lo que llevas sintiendo todo este tiempo al igual que yo. De ahí que me decidiera a realizar mi petición sin más. Porque cuando hay sentimientos entre dos, sobran las palabras...- De ahí que yo me quedara sin ellas...- Si, sólo que también te quedaste sin reacción... jaja y es lo que me extrañó. Dime, ¿qué haces aquí?, ¿por qué no te has ido aún?.Y sin decirle más nada, lo miró fijamente. Increíble, la mezcla expresiva de su rostro, entre esa risa provocadora y ese instante en que volvía a ponerse serio, al preguntarle de nuevo, por qué aun no se había ido.- Deberías de saberlo...Y sin poderse resistir a su atractivo y simpatía, es que se acercaba a él y a su profunda mirada, quedándose a escasos centímetros de su cara es que le decía:- Porque te quiero y te deseo.Siendo ahora él, el que se quedaba sin palabras y sin reacción, cuando ella, tras acariciar su cuello con el roce de sus labios, le susurraba al oído "ahora ya me voy..." viendo como se marchaba.- No des un paso más...Ella seguía andando y alcanzándola en el porche, es que la atrapaba entre sus brazos y girándola, ambos se complacían entre besos y caricias, ante el brillo del atardecer, y más tarde en el interior, de pasión y ternura a la luz de la luna.(29/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Espero hayas disfrutado de un bonito día. Deseándote lo mejor.Como siempre un placer verte interpretar, deleitándome con tu personaje Luis Fernando. Apreciando a través de él, tu madurez actoral dentro del mismo papel. No solo porque el personaje madura, sino porque tu evolución a través de él también se va creando.Que lindo pensarte mientras te voy contando...Te quiero. Un beso. Buenas noches.Atardecer 29/01/2018.
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SU MENTE EN AQUELLA EMOCIONANTE NOCHE.Había terminado de darse una relajada ducha, se había preparado algo caliente pues el frio se hacía sentir. Mientras observaba por la ventana, recordaba lo que había escuchado en la radio, cuando en la tarde viajaba en el coche, sobre la superluna azul de sangre que se daría en la noche. Se impregnaba de aquella agradable sensación y ese bonito espectáculo que sus ojos estaban divisando.Pero su mente se encontraba en aquella emocionante noche.Caminó hasta el sofá, dejó la humeante taza y se recostó, llevando sus pensamientos hasta aquel bonito y emotivo recuerdo. Pensó en él, en su tan merecido éxito, en su noche, en su premio... haciendo posible que también lo fuera para ella.Aquella noche tendría la oportunidad de ponerse en primera fila con la cámara capturando algunas imágenes, junto a los compañeros que estaban retrasmitiendo el evento. Y que mejor ocasión que aquella.Recordó con una sonrisa en sus labios, aquel instante en el que se lo encontraba por primera vez en la noche. Hablaba con otro de los actores que estaba a su lado. Se estremeció en el sofá, de solo pensar en la agradable y a la vez, excitante sensación, que le causó aquel interesante hombre, aquel grande de la actuación.Y lo estaba siendo, desde la visión de su trabajo detrás de la cámara, por el atractivo enfoque en si, siéndolo además porque se trataba de alguien importante profesionalmente y una de las mayores figuras dentro de la representación de aquel evento.Pero además, lo estaba siendo, desde la percepción para ella como mujer, desde un enfoque más personal. Y esa mezcla entre hombre y grande de la actuación, para ella estaba siendo una verdadera emoción en todos los sentidos.No quería perderse detalle y logró concentrarse aprovechando que en ese momento el objetivo estaba por así decirlo, distraído en su conversación sin percatarse de que ella lo enfocaba llevando a cabo su trabajo, a la vez que lo observaba, percatándose de cada detalle con la que aquel hombre la atraía.Su aspecto, lo hacia especialmente cautivador. El estilo de su corte de pelo, la barba recortada con ese acabado en perilla así como su bronceada piel, le daba un halo seductor no fácil de soportar, ni aun protegida detrás del objetivo.Ella estaba viviendo y disfrutando su propio espectáculo, mientras observaba la expresividad de su rostro, el estimulante efecto de cada uno de sus rasgos. No perdía de vista sus bonitos ojos, pero tampoco podía hacerlo de su sensual boca. Ni de su insinuante y musculoso cuello, al que con su pensamiento estimulaba a besos. Ni de sus seductoras y fuertes manos, entrelazadas por sus dedos de esa forma tan sugerente, no pudiendo evitar desear y sentir ser acariciadas por ellas, haciéndole estremecer tal pensamiento.No pasaba desapercibido para ella aquel reloj, otro de su amplia colección, de la que le intrigaba su elección de cada uno para cada ocasión. Ni tampoco pasó ante sus ojos, aquellos indiscretos pliegues, a los que agradecía que lo fueran, ya que su imaginación se perdía entre ellos, acariciando la suave piel que dejaban entrever.Y no se olvidaba de aquel momento, en que escuchaba su nombre, el de su Intérprete Predilecto, el de un Grande de la Actuación y con emoción enfocaba sus pasos dirigiéndose a recoger su merecido premio. Un gusto capturarlo caminando sonriente, elegante y sencillo. Y sentir ese orgullo compartido por ambos. Él como autor de la ejemplar trayectoria y ella como admiradora del artista y de su arte.Pero fue ese momento en que tras subir al escenario y recoger tan exitoso premio, el dedicaba emocionado, unas palabras de agradecimiento, en general y otras en particular, sintiéndose muy agradecida por el lindo detalle. En esas sencillas y sentidas palabras, eran donde residía su cariño y admiración por el gran ser humano, por el gran actor.Comprendió más que nunca que admiraba y quería a ese hombre, en el más amplio sentido de la expresión.Por eso cuando, después de captar, disfrutar y de sentir todos esos emotivos momentos, no pudo dejar de acercarse hasta él, emocionada, y tras darle la enhorabuena gesticulando silenciosa dicha palabra, enfocarle muy de cerca, igual con cierta osadía y algo desafiante, pero tal vez era lo que ella pretendía. Pues no olvidaba la expresión de su ojos y todo lo que con su mirada él le decía. De ahí que ella continuara manteniéndole la mirada, enfocándole más tiempo del debido, retándole... igual, a una próxima vez, pero sin cámara de por medio.Con esa agradable sensación, sonreía, mientras aún tumbada le pensaba, y deseaba que todo saliera bien y poder estar pronto de nuevo ante él.(30/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Es un placer verte interpretar, lo es también el sentirte y pensarte, como lo hago.Gracias por lo que me haces sentir a través de la cámara, con cada escena, siendo el gran artista y el gran maestro de la interpretación que eres. Gracias también por lo que me haces sentir fuera de ella.Te quiero, con todo lo sencillo e intenso, siendo sentido e inmenso.Un abrazo. Buenas noches.Atardecer 30/01/2018.
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ELLA NO SE OLVIDABA DE ÉL.Su padre le había advertido desde pequeña que no debía de abrir la ventanilla del coche estando en movimiento y menos sacar la cabeza por ella. Pero ese consejo aquel día se lo saltó, cuando desde el asiento de atrás divisó a aquel chico haciendo autostop. Lo hacía, abrir la ventana y sacar su cabeza, a la vez que su padre reducía la velocidad, por precaución, debido a que se encontraba bien entrado en la carretera. De ahí que ella pudiera divisar perfectamente su linda sonrisa y lo guapo que era cuando iban acercándose a él.Sus padres comentaban algo de que podríamos llevárnoslo, pero no podemos fiarnos. Más estando en un sitio que no conocemos. Pero se ve joven, igual necesita ayuda. O igual no, y lo que quiere es atracarnos. Mientras ella seguía ensimismada, típico de la edad que tenía por entonces, observando a aquel chico guapo y aventurero, con su macuto y su chaleco vaquero, que sería unos años mayor que ella, pero que guay si su padre se parara y se lo llevaran.No olvidaba aquella sonrisa que él le ofrecía al verle sacar su rostro y su melena, por la ventana, metros antes de llegar a su altura. Para ella esa frecuencia pasaba como a cámara lenta. Aquella joven, que terminado sus estudios en el instituto, iba a ingresar en la facultad de un lugar que no conocía, al menos por un año, debido al nuevo destino de su padre por motivos de trabajo, sonreía por primera vez en todo el trayecto que llevaban. Y se lo tenía que agradecer a aquel joven tan lindo que el destino le había puesto en su camino.Cuando su padre, desviándose hacia el carril de la izquierda, pasaba de largo por delante del muchacho, es que ella gritó:- ¡No papá, llevémonoslo, por favor!. No se ve mal chico.Y viendo, que su hija podría tener razón, es que el hombre retrocedió, diciéndole al chico que subiera. Y obvio, solo había un lugar para él, al lado de ella en la parte trasera.Terminado el trayecto, dejando al joven de paso en el lugar que él les había indicado, todos se alegraron de haberlo montado, sobre todo ella, que seguía admirada con aquel joven, e incluso él mismo. Pues así lo dejó dicho, cuando se bajaba agradecido. Que esperaba volverla a ver.A todos había agradado con su conversación amable y simpática, siendo educado y correcto en todo momento. Les contó que estaba siguiendo su sueño de ser actor y que ya se había iniciado grabando algunos capítulos. Pero que no perdía la esperanza, habiendo estudiado y preparado la carrera de interpretación con mucha ilusión, para llegar lejos.La mayoría del tiempo se quedaron hablando ellos dos, donde la joven seguía fascinada con aquel atractivo chico que además de guapo, le resultaba muy interesante. No se olvidaba de él, ni de su linda conversación. Le preguntó sobre lo que ella quería hacer y le animaba a que fuera tras ello, que no importaba el tiempo, sino hacerlo con dedicación, con constancia y confianza, sin dejar de soñar.Ella no se olvidaba de él... ni de aquello que le dijo, cuando habiendo agradecido a sus padres por el viaje, la miraba fijamente justo antes de bajarse..., diciéndole con una sonrisa, mientras pronunciaba su nombre, que esperaba algún día volverla a ver.Y eso trató de hacer durante algún tiempo, yendo a la facultad, una vez comenzó el curso, para ver si la veía por allí, pues no pasó inadvertida para él aquella chica que conoció un par de meses atrás, mientras en pleno verano hacía autostop. Aunque eso era algo que ella desconocía... En varias ocasiones, se acercó ilusionado a la Universidad donde él también había estudiado, recordando ese tiempo pasado para él, a la vez que no dejaba de mirar entre los grupos de jóvenes que se veían sentado sobre el césped. Pero ninguna de las veces, se encontró con ella. Tampoco insistió, pues tal vez solo se quedaría un año... y encariñarse más, sería peor para los dos. Además él se tenía que centrar en su carrera, ambos tenían que hacerlo... pensó. Y así pasaron los años, veinte por lo menos...- Le digo que no puede pasar...- Y yo le digo que lo voy a hacer, así que apártese, por favor.Y así es como aquella mujer irrumpía en aquella sala, sorprendiendo a los que allí estaban, observándola cada uno con una mirada. Siendo la de él, con la primera que se encontró, impactante... profunda, y sin poder creer.Durante largos segundos se cruzó con la suya, hasta que ella la desvió un sólo segundo, para percatarse de la indicación que aparecía en la claqueta que sujetaba aquel muchacho. Si, escena Colunga y toma número cuatro...Volvía a posar los ojos sobre los de él, quien seguía observándola con la misma intensidad... y sin poder articular palabra. Menos, tras escuchar, lo que ella continuaba diciendo dirigiéndose a él, después de aquella única frase que había gritado al guarda de seguridad.- Ya no esperabas verme...¿verdad?. Ha pasado mucho tiempo, pero aquí estoy. Siguiendo mi sueño... aunque alguien al parecer lo ha hecho añicos de un plumazo. Era a mi a quien le correspondía rodar este spot publicitario en lugar de a ella. Pero por lo que veo, aquí en este lugar, no se tienen en cuenta los resultados de los castings o pruebas que se hacen. O tal vez, es que después... se hace una selección particular. Discúlpame por irrumpir así, pero tenía que hacerlo... pues no ha sido fácil enterarme de quien, un día, me alentó para que no dejara de soñar... es quien ha impedido que mi más lindo sueño se llegue a cumplir. Aún así, me alegro de volverte a ver y de saber que has llegado tan lejos, siguiendo tras tus sueños... Y no, no dejaré de soñar...Tras aquellas palabras, continuó un doloroso silencio junto a la mirada intensa pero dulce de ella que seguía fija en la de él, que en ese instante, era aún más impactante y profunda, mientras ella se marchaba sin decir más nada.Al minuto, tras poder reaccionar, es que aquel silencio cesaba por las palabras de él, que tras coger su móvil, habló con alguien, sin dejar de mirar hacía el lado donde ella había aparecido y de igual manera, volviendo a desaparecer:- Retén como sea a la mujer que acaba de salir. Es importante para mi y ahora no puedo atenderla como me gustaría, ni como debo y quiero hacerlo. Gracias.(31/01/2018 - Atardecer)
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Querido Fernando.Fue un placer compartir enero contigo, seguir disfrutando de tu interpretación, de lo que me transmites y aportas. También, contarte cada pequeña historia, es un lindo placer que hago con mucho cariño y respeto, hacia ti.Gracias por todo, por tanto.Espero haya resultado ser un lindo día. Buenas noches.Te quiero, mi compañero de aventuras. Un beso.PD: Me encontré con esta foto, que me hizo sonreír cuando te vi ahí, en ese lugar justo donde yo estuve observando aquellos mosaicos del edificio, cuando visité la UCAM en mi viaje a México. Lindos recuerdos. Si quieres, en susurros, te cuento...je.Atardecer 31/01/2018.
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